La crisis del coronavirus está haciendo mella a nivel psicológico entre la población. Tras ver imágenes de estanterías enteras vacías en los supermercados de Madrid en los medios de comunicación y las redes sociales, a los pontevedreses también les ha entrado, en cierto modo, la angustia por verse desabastecidos de determinados artículos. Por su parte, las empresas lanzan un mensaje tranquilizador y recuerdan que abren todos los días y que es innecesaria la acumulación de productos en casa porque no hay desabastecimiento.

En los hipermercados Carrefour de Salcedo y del centro comercial A Barca de Poio suena cada cierto tiempo un mensaje por megafonía en el que se informa a los clientes, habituales y esporádicos, que no hay problemas de abastecimiento y que realicen sus compras con total normalidad. Que el supermercado en cuestión seguirá abriendo, como hasta ahora, cada día.

"Queremos transmitirles que estén tranquilos, que estamos abastecidos y que no ha habido ningún problema con los proveedores, que en ningún momento ha habido rotura en los lineales", aseguran fuentes de la empresa a FARO.

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Y es que en los últimos días, a medida que se ha conocido la existencia de casos de contagio de coronavirus en el área sanitaria y del incremento de estos en otras comunidades autónomas del país, la ciudadanía ha ido cambiando sus hábitos de consumo.

Tal y como explican las fuentes de Carrefour, lo más demandado ha sido el papel higiénico, los productos de limpieza y desinfectantes, pañuelos de papel y, en alimentación, productos no perecederos como las legumbres. Curiosamente, también se encuentra en este listado la cerveza.

También en tiendas de barrio

En otros establecimientos de carácter más familiar también han experimentado este aumento en las compras. En el ultramarinos Diego Lores, en pleno corazón del casco histórico pontevedrés, se han agotado en cuestión de horas los geles hidroalcohólicos y el alcohol de 96 grados, el tradicional en un botiquín familiar. "Justo esta tarde nos vino un cliente y se llevó todos los botes que nos quedaban", se sorprende el responsable de la tienda.

Al tratarse de un pequeño comercio de barrio, la demanda no es tan elevada como en los supermercados, pero sí que comienzan a notar que los clientes se interesan más por determinados artículos.

"Este viernes recibo más botes de gel hidroalcohólico", asegura señalando la estantería vacía en la que hasta hace pocos días se ofrecían numerosos a la venta.

"Ahora mismo, no hay otro tema que no sea el coronavirus, pero tampoco percibo tanta preocupación, sino que muchos clientes hasta bromean con ello", reconoce.