Más allá de las diferencias salariales, la brecha de género también hace mella en el sistema de pensiones. En concreto, en el año 2018, en la comarca hubo 17.888 mujeres pensionistas de la Seguridad Social, lo que implica el 48,2% del total. Y mientras que la cuantía media de las pensiones de las mujeres asciende a 819,12 euros mensuales, la de los hombres alcanza los 1.145,7 euros; en total, 326,58 euros al mes de diferencia, lo que supone que la brecha de género es del 28,5% en el caso de la comarca pontevedresa.

A esta desigualdad económica se suma el agravante de que las mujeres de edades avanzadas se enfrentan así a un mayor riesgo de pobreza, puesto que tienen una mayor esperanza de vida que los varones.

En este sentido, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2018, la esperanza de vida de las mujeres españolas ascendía a los 85 años frente a los 80 de los hombres. Atendiendo a datos oficiales, objetivamente, la jubilación media de una mujer española se puede prolongar durante casi 20 años, una veintena con esa diferencia palmaria en la retribución.

Esta situación se irá revirtiendo a medida que pasen las generaciones, pues la incorporación de la mujer al trabajo en el país se ha incrementado sobremanera desde la década de los 70, lo cual no quiere decir que la brecha de género en el ámbito de las pensiones no sea profunda.