"Mediante esta declaración institucional, el Gobierno de España expresa su firme voluntad de luchar por la igualdad plena entre mujeres y hombres, reconociendo la fuerza histórica y el empuje social del movimiento feminista, un país sin feminismo es un país sin justicia". Con estas palabras ofició la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, el acto que tuvo lugar esta mañana en el edificio institucional con motivo del 8 de marzo.

Larriba, quien hizo especial hincapié en no retroceder en los avances conseguidos, procedió a la lectura de una declaración institucional en la que manifestó que "aunque desde hace dos décadas España está a la vanguardia internacional en cuanto a la legislación contra las violencias machistas y por la igualdad entre mujeres y hombres, las más de 1.000 mujeres asesinadas desde que hay estadísticas, las agresiones sexuales, los datos económicos sobre la desigualdad efectiva, la falta de corresponsabilidad en los cuidados o las batallas que aún han de librarse en ámbitos como el deporte o la cultura por alcanzar la igualdad, evidencian que nuestro país debe ponerse a la altura de las legítimas demandas de las mujeres".

En este sentido, la subdelegada destacó que "el Gobierno de España tiene un firme compromiso por erradicar todas las formas de discriminación que padecen las mujeres, garantizando para ello una puerta legislativa valiente y firme por alcanzar la plena justicia".

En su discurso, Maica Larriba hizo referencia a Clara Campoamor, citando la frase de que "la libertad solo se gana actuándola". La subdelegada del Ejecutivo central en Pontevedra destacó que "libres, es la palabra que el Gobierno de España ha escogido para conmemorar el 8 de marzo de 2020, porque no hay libertad sin derechos humanos de las mujeres, porque sin mujeres libres no existe la democracia", para continuar diciendo que "cuando la palabra feminismo no formaba parte de nuestro idioma y las pioneras hablaban de la necesaria emancipación de la mujer, la libertad como aspiración ciudadana, al tiempo individual y colectiva, resonaban en los libros, en los mítines y en las calles. Las calles hoy se llenan de jóvenes y mayores cada 8 de marzo, que nos nos hablan de una continuidad generacional en la lucha feminista, que revela la potencia transformadora de la sociedad española", concluyó.