La Guardia Civil desplegó a lo largo de la jornada de ayer un importante dispositivo en el entorno del municipio de Campo Lameiro y los concellos adyacentes para intentar localizar y detener al autor de un peculiar atraco a una sucursal bancaria de la que consiguió llevarse un botín todavía por cuantificar sin soltar ni una sola palabra.

Según confirmaron fuentes de la Comandancia de Pontevedra, los hechos se produjeron minutos después de las nueve de la mañana en la sucursal de Abanca de la calle Bernardo Sagasta de Campo Lameiro. En ese momento, apenas había movimiento en la oficina bancaria y, de hecho, tan solo se encontraba presente una empleada de la caja del banco cuando irrumpió en el local este hombre cubierto con un plumífero y con la cara tapada.

Bolsa sobre el mostrador

El asaltante echó una bolsa sobre el mostrador y por medio de gestos le indicó a la cajera que echase dinero dentro de la bolsa de forma intimidatoria. No dijo ni una sola palabra. Una vez que obtuvo el botín huyó a pie del local. Se desconoce si tenía cerca algún vehículo esperándole.

Oficialmente la Guardia Civil desconoce la cantidad exacta que logró sustraer esta persona a la espera también del arqueo que pueda realizar el banco. No obstante, en el lugar de los hechos distintas fuentes apuntaban ayer a que el ladrón se habría logrado apoderar de una cantidad que rondaría los tres mil euros.

Vecinos de Campo Lameiro también indicaban que, al parecer, el atraco fue "un visto y no visto" y que tal y como entró el hombre logró salir y desaparecer con el dinero. De hecho, ningún vecino pudo aportar datos de si el ladrón huyó en algún vehículo ni tampoco vieron a nadie sospechoso.

La Guardia Civil tiene en marcha una investigación para tratar de esclarecer los hechos.