El hombre acusado de obligar a dos mujeres a prostituirse bajo coacciones y amenazas en Avilés y Pontevedra, que afronta una pena de 15 años de cárcel y 10 años de libertad vigilada, aseguró ayer en el juicio que todo se trata de un montaje orquestado por un tercer hombre, al que ha apuntado como el verdadero proxeneta, que lo implica en venganza por haberse fugado con la que era su pareja para iniciar una relación sentimental.

En el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia de Oviedo, el acusado explicó que se mudó a Pontevedra con una de las denunciantes, con la que mantenía una relación sentimental, compartiendo piso con el hombre al que ha señalado como verdadero autor de estos delitos y con su pareja, de la que se enamoró y con la que se fugó para iniciar una nueva vida.

Sin embargo, en el juicio declararon las víctimas quienes ratificaron su versión de los hechos asegurando que el hombre las obligó a ejercer la prostitución bajo amenazas, coacciones y agresiones. La Fiscalía mantiene su petición 15 años de cárcel.