La biofábrica de Ence en Pontevedra valoriza en hasta un 99% sus fracciones de residuos, reintroduciéndolos en su cadena de valor para darles una nueva vida. Así lo acredita el certificado “Residuo Cero”, otorgado por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) a esta planta.

Este certificado, que ostentan tan sólo cinco compañías en España, convierte a la planta de Pontevedra en "una muestra de la apuesta de la compañía por la economía circular en su modelo de gestión". De este modo, "la biofábrica de Ence se convirtió en todo un ejemplo de contribución a la economía circular", aseguran desde la compañía.

Durante el proceso de producción de la celulosa, la planta produce y opera con materiales renovables generando, al mismo tiempo, energía eléctrica renovable. Esta energía se genera a partir de la biomasa que no se destina a la producción de celulosa, utilizando para eso la lignina, un componente de la madera que constituye un excelente biocombustible renovable y natural.

Actualmente, la biofábrica es capaz de generar el 97% de la energía que consume, siendo prácticamente autosuficiente. "Con esta energía renovable, producida a partir de la biomasa, Ence Pontevedra contribuye a reducir la intensidad energética y la huella de carbono, al tiempo que ayuda a avanzar en el camino de la transición energética, hacia los objetivos de descarbonización marcados desde la Comisión Europea", explican. Asimismo, indican que "la planta consigue dar valor a los restos forestales que, de otro modo, no se aprovecharían".

Además de la certificación concedida por AENOR por su eficiente gestión de residuos, "el compromiso de Ence también se vio reconocido desde el ámbito internacional, con la concesión de la Distinción Oro de la Comisión Europea y la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico oficial de los gobiernos escandinavos", finalizan.