Pontevedra es uno de los cuatro ayuntamientos del Estado con los que la DGT está manteniendo una serie de reuniones previas a la reforma del "Reglamento General de Circulación en ámbito urbano" (los otros tres son Sevilla, Valencia y Barcelona). Por este motivo, un equipo de la DGT encabezado por el jefe de la Unidad de Ordenación Normativa, Javier Villalba, y por la jefa provincial de Tráfico de Pontevedra, Paula Yubero, se acercó la semana pasada al Ayuntamiento de Pontevedra para reunirse con el equipo municipal de Movilidad, encabezado por el concejal responsable de este área, César Mosquera.

El principal interés por parte de la DGT era recoger aportaciones y conocer la opinión del Ayuntamiento para abordar la reforma de la regulación estatal de circulación urbana toda vez que considera que la actual "es obsoleta y escasa". En este marco, desde el Ayuntamiento se le presentó como propuesta de trabajo el texto de la nueva "Ordenanza reguladora da movilidad amable y de la utilización de los espacios públicos en el Ayuntamiento de Pontevedra' que se someterá a aprobación inicial en el Pleno de mañana lunes.

En base a la nueva ordenanza municipal, desde la DGT manifestaron interés en incorporar en el reglamento estatal cuestiones como la apuesta por la movilidad peatonal, los sistemas de reducción de velocidad o nuevas fórmulas de estacionamiento por tiempo limitado que superen el tradicional sistema de carga y descarga, como el aparcamiento de servicios por 15 minutos implantado en Pontevedra.

El modelo de movilidad desarrollado en Pontevedra no es nuevo para la DGT, y de hecho ya se ha abordado en encuentros anteriores (el último había tenido lugar en Madrid y había participado el alcalde en calidad de presidente de la entidad "Ciudades que Caminan"). Por este motivo, fue uno de los elegidos para servir de referencia en la concepción de la reforma del reglamento estatal por ser un modelo implantado con éxito y que permite analizar "un trabajo previo con resultados ya contrastados", señalan desde el Concello.

Desde la DGT manifestaron la necesidad de concebir la reforma de la regulación sobre circulación urbana atendiendo la nuevas jerarquías en la movilidad, puesto que el actual reglamento está demasiado enfocado al tráfico motorizado, por lo que su interés se centra en modelos y medidas que favorezcan y prioricen la movilidad peatonal.

Además de la apuesta por la movilidad peatonal y el interés por los nuevos sistemas de estacionamiento, desde la DGT también se abordaron cuestiones relativas a la circulación de bicicletas y vehículos de movilidad personal (los VMP, que engloban a los patinetes eléctricos).

Caminos escolares

La modificación reglamentaria que la DGT planea para los espacios urbanos también prevé otras cuestiones algunas ya materializadas con éxito en Pontevedra hace años como es el caso de los caminos escolares seguros. Señalización, viarios y restricciones de tráfico por razones medioambientales son otros de los asuntos que también se analizarán a la hora de desarrollar este nuevo reglamento.

Queda fuera del debate los límites de velocidades en zona urbana dado que esta cuestión ya se está tramitanto en un proyecto de modificación previo. En esta materia, los pasos de la DGT siguen también las iniciativas de Pontevedra para reducir sensiblemente la velocidad en las zonas urbanas.

De hecho, la nueva ordenanza que se aprueba el lunes recoge en su artículo 18 que en el casco histórico, zonas de preferencia peatonal y, en general, en las zonas y espacios de coexistencia y uso plural definidas en esta ordenanza, la velocidad máxima nunca será superior a los 10 kilómetros por hora. A continuación establece que "ante la presencia de peatones en una zona de preferencia peatonal, cualquier tipo de vehículo (...) tendrá que reducir su velocidad a la de los peatones y, en cualquier caso, no circular a velocidad superior a 6 kilómetros por hora".