Los escolares del CEIP Lourido han estado a punto de quedarse sin poder salir al recreo, pero una intervención de una vecina de la zona lo evitó. Y es que fue una vecina quien dio la voz de alarma cuando intentaron robar las vallas del centro escolar.

Manuel Fontán, director del CEIP Lourido comenta que ocurrió la noche del pasado lunes, cuando intentaron llevarse alrededor de 15 metros de vallas. "Una vecina oyó los ruidos y vio luces y avisó a las autoridades", recuerda. "Estaban ya cortadas, pero lo hicieron de tal forma que se pueden aprovechar perfectamente, justo en los enganches. Ya tenían seis retiradas en diferentes puntos del terreno y desde el Ayuntamiento se recuperaron todas para volverlas a colocar", comenta.

Pero no es la primera vez que el colegio sufre un incidente así, y es que ya el curso pasado se llevaron por ese mismo método un trozo de una valla, cortado por cizalla. "Parece que les vino bien y ahora vinieron a buscar más", comenta Fontán. También señala que probablemente se destine a algún cierre en alguna finca "porque para llevarlas bien cortadas sin dañarlas se entiende que es para reutilizar".

Fontán comenta que "la valla del colegio es algo que costó mucho, está completamente nueva, fue un gran coste para el Ayuntamiento porque son muchos metros de perímetros". Afortunadamente las vallas se recolocaron con rapidez para que los escolares pudieran disfrutar del recreo con normalidad.