La esperanza de vida de un pontevedrés nacido en 1900 eran 35 años y hoy supera los 83, de modo que desde principios del siglo XX por cada día que sobrevivimos añadimos a nuestro cómputo final 6 horas. Es una excelente noticia (la longevidad como uno de los grandes logros del ser humano) que celebra la exposición "A vivir que son 100 anos" inaugurada ayer en el Café Moderno.

El director de la Fundación General CSIC, Álvaro Giménez, encabezó el acto de apertura con el director gerente de Afundación, Pedro Otero. Éste ejerció de anfitrión y dio la bienvenida a esta exposición que desde un enfoque transversal y con una marcada visión científica aborda "un tema denso y poliédrico" como es la vejez que, recordó, "no es enfermedad ni inhabilitación".

Dentro de 30 años más del 20% de la población superará los 60 años. Los jubilados que acudieron a la inauguración forman parte de hecho de la "primera generación que es longeva masivamente", recordó Álvaro Giménez, antes de incidir en que la muestra y los actos complementarios programados buscan dar respuesta a preguntas como qué es la longevidad, qué hace la gente para cumplir años con salud, en qué medida influye el entorno o qué debo hacer para ser un centenario con plenas facultades.

La exposición repasa algunas claves que caen dentro de nuestro margen de maniobra como el ejercicio, la nutrición óptima (se recomienda la dieta mediterránea), abandonar hábitos insanos o tener amigos.

Otras, como la genética o el nivel socioeconómico familiar, se escapan de nuestra influencia pero igualmente están contribuyendo a esta gran transformación paulatina y silenciosa de nuestra sociedad asociada a una mayor esperanza de vida.

A mayores de la exposición, que podrá visitarse hasta el 26 de marzo, Afundación celebrará en próximas semanas charlas con especialistas y un ciclo de proyeccionesque festejan que nunca es tarde para aprender, amar o vivir.