Naturalmente, esto no va del futuro de Hacienda, que en modo alguno está en juego, sino del posible destino de la antigua delegación ministerial como Archivo Histórico Provincial (AHP). Faro ha publicado esta semana una exclusiva de gran alcance, pues confirma el paso adelante: la renuncia del Ministerio de Hacienda a tratar de vender en el mercado inmobiliario el histórico edificio, y su nueva afectación por el Ministerio de Cultura.
Esa memoria viva que es el AHP nunca ha encontrado en su trayectoria casi centenaria un lugar adecuado para cumplir bien sus funciones primordiales, siempre por falta de espacio. Durante la época de la Transición se dio por hecho que iba a instalarse en la Casa Sindical (antigua AISS), pero la operación se truncó finalmente. De modo que ahora hay que tocar madera.
Atrás quedó también aquella ocurrencia imposible de Telmo Martín, candidato del PP a la alcaldía de Pontevedra, de instalar allí un Parador de Turismo de lujo. El proyecto habría resultado del todo inviable, tanto desde un punto de vista económico como social, una vez estudiado a la luz de la razón.
Más allá de ese cambio de manos hasta ahora ignorado, todo lo demás aún está por concretarse. Tras ese primer paso dado, habrá que realizar el proyecto de rehabilitación para adaptar las vetustas instalaciones a sus usos futuros y, sobre todo, tendrá que encontrarse la financiación correspondiente, que no es moco de pavo en este tiempo incierto de tantos vaivenes.
Tan desconocido era el intercambio entre ambos ministerios, que nada sabían los equipos negociadores del PSOE y BNG en pos del voto de su único diputado, Néstor Rego, primero a favor de la investidura de Pedro Sánchez, y ahora para respaldar los Presupuesto Generales del Estado. La transferencia de la antigua Hacienda al Concello de Pontevedra estaba sobre su mesa de trabajo, dentro de las demandas planteadas por los nacionalistas a los socialistas en las conversaciones abiertas.
El Meollo de la cuestión está en adivinar qué cara han puesto los unos y los otros al conocer la noticia de que el asunto ya estaba negociado y bien negociado, y de paso saber también cuánto tiempo tendrá que pasar aún hasta convertir de verdad el antiguo edificio de la Delegación de Hacienda en la nueva sede del Archivo Histórico Provincial, que al fin y al cabo constituye una salida más que buena para un asunto encasquillado.
