Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cíes: la última superficie habitable

Unos estudiantes del campus de Pontevedra ganan un premio por un cortometraje de ciencia ficción que sitúa las famosas islas como el único sitio libre de contaminación

Grabación de una de las escenas del corto. // FDV

En un mundo destrozado por el cambio climático, la contaminación y la acción de los seres humanos, las Islas Cíes son el único lugar del planeta que se conserva ajeno a estos problemas. Este es el planteamiento de "Onde dormen as gaviotas", el corto de los alumnos de Comunicación Audiovisual del Campus de Pontevedra que ha ganado el Desafío Audiovisual Illas Cíes, con una dotación de mil euros y que se presenta a festivales internacionales en Italia, Corea o Australia.

Los pontevedreses conocieron la convocatoria a través de un profesor y aprovecharon la oportunidad de realizar un corto, tras ser preseleccionados, con un presupuesto de 800 euros.

"Al principio los textos que yo tenía ya escritos no encajaban con las condiciones, sin embargo junto con la directoria de arte escribimos un guión que finalizamos con el resto de los compañeros y en cuestión de unos días ya lo teníamos más o menos cerrado", cuenta el director del corto, Dani Cornes. "Tenía guiones muy de interior y teniendo la grandeza de un paisaje como el de Cíes era un poco tonto grabar en una casa", comenta. Por ello el equipo formado por cuatro estudiantes se puso manos a la obra en planificar la grabación de un cortometraje de ciencia ficción que mostrara el paisaje de las islas.

En la pieza, una bióloga llega a la isla en un futuro distópico en una misión de reconocimiento para enviar información a base. Esta base está siempre presente a través de un pinganillo. A medida que va avanzando el cortometraje la protagonista empieza a desconfiar de esta comunicación y de lo que le cuentan y comienzan una discusión que cambia el rumbo de la trama.

Reconocen que grabar ciencia ficción con un presupuesto bajo es algo complicado y admiten que

la mayoría fue destinado a vestuario y arte. "Había que innovar y hacer algo diferente", comenta Cornes, por ello apostaron por dos máscaras de oxígeno que adquirieron por internet de segunda mano, además de monos botas, pinganillos o un libro electrónico.

"Siempre estuvimos muy concienciados con temas actuales, y especialmente con el cambio climático porque es algo que no afecta a todos. Teníamos la oportunidad de rodar en Cíes, que es como un ambiente hermético, que pisan miles de turistas solo en verano y que el resto del año está casi vacío... Por ello queríamos utilizar ese escenario tan limpio e impoluto para contar una historia sobre un futuro en el que Cíes es el último paraíso sin contaminar", comenta el director sobre la trama, que no está tan lejos de la realidad.

Grabación a contrarreloj

Los cuatro estudiantes y los dos actores tuvieron que grabar el cortometraje en apenas cuatro días: "Estamos acostumbrados a trabajar bajo presión, porque en el audiovisual cuanto más tiempo estás grabando, más dinero supone", explica Cornes. Por ello subraya que lo más importante fue la planificación, "cuanto más lo prepares y más horas de planificación se le dedique pensando en los planos y los cambios de luz natural, todo es más sencillo".

Pese a la planificación en la escena final, la más significativa, tuvieron que resolver una grabación a la que se sumó un barco de submarinismo que llegó a la playa donde trabajaban, además de unos grupos de turistas.

Los pontevedreses se muestran muy sorprendidos y contentos con el premio y agradecen estas iniciativas ya que reconocen que el cortometraje es "muy poco visible para el público general" que no se suele consumir en plataformas digitales de moda como Netflix. Ahora planean nuevos proyectos que guardan en "un cajón lleno de guiones con ganas de contar historias" y esperan a ver qué les depara la suerte en los festivales. El corto se podrá ver próximamente a través de https://ciespatrimonio.vigo.org

Compartir el artículo

stats