A falta de contabilizar la asistencia, el Centro Comercial Urbano (CCU) Zona Monumental hizo ayer un balance agridulce de Stock Pontevedra, la feria que se ha convertido en el epílogo de las rebajas de enero, dado que los productos parten con descuentos que en buena parte de los casos supera el 50 por ciento. Ha recibido cientos de visitas pero la edición 2020 no será la más concurrida, ya que los expositores constatan la bajada de público.

"Están medianamente contentos", señala Mónica Tomé, del CCU, "pero es cierto que el público no es el de otros años, ha bajado un poco, se veía en los pasillos que no tenía el número de compradores de otros años".

Asegura no obstante que la demanda se ha mantenido más o menos en los límites esperados y el perfil del público ha sido variado. "Hay un poco de todo", explica en este punto, familias, grupos y clientes que acudieron solos a recorrer el muestrario que los 55 expositores desplegaron en más de 4.000 metros cuadrados de feria.

La guardería ha sido un servicio muy demandado. Durante la jornada del sábado "estuvo completa", inicia Mónica Tomé, a fin de facilitar que los padres realicen con tranquilidad sus compras.

No fue no obstante el sábado el día de mayor actividad, sino que la organización constata que "sobre todo ha sido el domingo" una buena jornada en afluencia. Por lo que respecta a los productos más demandados, el CCU señala al textil y el calzado "que son también los más presentes en la feria".

Asimismo, electrodomésticos y pequeños gadgets tienen una significativa salida. A mayores de las ventas, los comerciantes valoran especialmente el dar salida al estocaje de las pasada temporada y anteriores. En general y dependiendo del comercio estiman que se deshacen de entre el 20 y el 60% del almacén durante este fin de semana de compras que en anteriores ediciones logró atraer a unas 12.000 personas.