Tres mujeres que nada tienen que ver coinciden en la sala de espera del hospital que les lleva a la consulta número 12, un lugar que, a partir de ese momento, será su punto de encuentro. Ana, Belinda y Cefe son diagnosticadas de cáncer de mama ese mismo día. A través de ellas, y de sus historias, los espectadores conocerán cómo se enfrentan al diagnóstico y conocerán sus reacciones durante el proceso.

El próximo sábado 8 de febrero, el Teatro Principal de Pontevedra acogerá la obra de teatro "Una de 8", dirigida y escrita por María Lebrato a partir de 31 testimonios de mujeres reales con cáncer de mama y cáncer de mama metastásico.

Con un enfoque realista, esperanza y humor, "UNAde8" tiene como finalidad ser voz y cuerpo de una enfermedad que a día de hoy, padece una de cada 8 mujeres. Las entradas ya están a la venta en Ataquilla.com y el 100% de la recaudación será destinada a investigación.

La emoción al recordarlo se le nota en la mirada. Su pasión por la naturaleza, el senderismo y la escalada la llevó a vivir una aventura que, tal y como relata, "no se me olvidará en la vida".

En 2015, recién terminada la quimioterapia, Araceli Oubiña se enteró a través de la Asociación Española Contra el Cáncer de que había un proyecto que consistía en subir el Kilimanjaro, en el marco de la primera edición del Reto Pelayo Vida. Sin ningún titubeo, Araceli decidió apuntarse a aquella experiencia y, junto a otras cuatro compañeras, allá se fue a tierras africanas a vivir una experiencia inolvidable.

"Fuimos las primeras atrevidas. Aquella aventura fue maravillosa, me dio alas, porque hacía muy poquito que había terminada con las sesiones. Para mí fue una prueba que me ayudó a seguir adelante en la vida", apunta la sanitaria pontevedresa.

Los seis meses de quimioterapia y dos meses de radioterapia finalizaran a finales de 2014 y en marzo de 2015 le confirmaron que era una de las afortunadas que participaría en aquella experiencia.

Las cinco aventureras hicieron cumbre el 29 de septiembre de 2015, una fecha que Araceli tiene grabada en su memoria, y relata que "viví algunos momentos de dificultades respiratorias, noté mucho la altura. También me encontraba mucho más cansada que mis compañeras, que llevaban más tiempo entrenándose, pero con paciencia fueron esperando por mí, fui la última, pero ellas me esperaron y la llegada a la cumbre fue muy emocionante. Aquel momento fue increíble, yo lo repetiría si pudiera. De hecho, siempre que veo el documental no puedo evitar emocionarme al revivirlo", cuenta Araceli.

Hoy se reunirá en Madrid con todas las aventureras de las seis ediciones Reto Pelayo Vida.