Desde hace unos años se está dando un boom en la vivienda de alquiler y la ciudad de Pontevedra no es ajena a esta realidad. Diversas inmobiliarias pontevedresas aseguran que los precios se dispararon a lo largo de 2019 con respecto a 2018 y es una tendencia al alza, puesto que el sector prevé que este aumento continúe a lo largo de este 2020.
Diferentes gestores inmobiliarios apuntan que la media de un alquiler en el centro de la ciudad se sitúa en la actualidad entre 600 y 700 euros. Concretamente, desde Hogalia señalan que por estas mensualidades se puede optar a un piso de dos habitaciones, baño, salón y cocina, con una superficie de 70 metros cuadrados útiles, incluyendo también en algunas de las ofertas plaza de garaje. El análisis que realizan desde esta inmobiliaria pontevedresa es que "son precios caros y se ha notado una importante subida con respecto al año 2018", indican.
Las apreciaciones de las empleadas de Hogalia coinciden con las de otra inmobiliaria de la ciudad, Centropiso, desde donde comentan que "un apartamento de una habitación en pleno centro alcanza los 400/500 euros fácilmente; en zonas como A Parda, por ejemplo, también le llega, ya que una vivienda de dos dormitorios puede rondar o superar los 500", explican.
Uno de los aspectos sobre los que llaman la atención desde Centropiso es que "la demanda ahora mismo el altísima". Cuentan que en el momento en el que anuncian un piso en oferta, el alquiler se llega a cerrar en 24 horas como máximo. "Incluso hemos tenido pisos que en menos de ocho horas están adjudicados. De anunciarlos a primera hora de la mañana y a primera hora de la tarde firmar el contrato. Es increíble", señalan.
Otra de las inmobiliarias de la ciudad que constató este incremento del precio de las viviendas de alquiler fue RH Propiertes, la firma que representa en la actualidad a la mayor Red Inmobiliaria de Agentes Independientes. Desde RH Propiertes Pontevedra destacan sobre todo los tres últimos años como los cursos en los que se han elevado los precios, pero a diferencia de los gestores inmobiliarios de Hogalia y Centropiso aseguran que el precio de 600/700 euros no es una mensualidad "tan cara" siempre y cuando "estemos hablando de pisos que están en buenas condiciones".
Desde esta otra inmobiliaria apuntan que por este precio se podría también residir en una vivienda céntrica con tres habitaciones y plaza de garaje. Asimismo, destacan que también se demanda "mucha casa de alquiler, aunque lo que más son los pisos céntricos".
En cuanto al perfil de los inquilinos que buscan vivienda de alquiler, desde RH Propiertes Pontevedra comentan que suele ser gente joven, sobre todo, "porque se suelen mover más de un sitio a otro".
A la hora de comparar estos precios de alquiler con el resto de ciudades gallegas, lógicamente no superan a las dos grandes como Vigo o A Coruña, pero sí se sitúan por encima del resto, siendo un dato reseñable que Pontevedra es la ciudad en la que más se encarecieron los precios en los últimos ejercicios.
El sector prevé que de cara a 2020 esta tendencia continúe al alza en el mercado; "es una línea que va en aumento", aseguran desde Centropiso.
Razones del boom
Ante esta tendencia al alza continuada en el tiempo, cabe preguntarse qué motivos se esconden tras este boom del precio de la vivienda de alquiler.
El gestor de Centropiso encuentra fácil explicación, puesto que "la gente continúa teniendo mucho miedo a comprar y es por eso que prefieren irse a pisos o casas de alquiler". Asimismo, esta realidad conlleva que los propietarios "aprovechan esta situación y, ante esta demanda altísima, incrementan los precios paulatinamente, conforme pasan los años", comentan desde esta inmobiliaria.
Otra de las explicaciones que aporta el sector es el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones, ya que en comparación con décadas anteriores, "lo prioritario en la actualidad no es comprar una vivienda", indican.
Cabe destacar que la gente joven tiene hoy en día muchas más dificultades para emanciparse y tener acceso a un piso o casa de su propiedad, que en la generación de sus padres o abuelos. En este sentido, la temporalidad de los contratos de trabajo, la parcialidad de las jornadas y las elevadas tasas de paro hacen mella en estas economías e imposibilitan la compra.
Por otra parte, tal y como constatan los gestores en Pontevedra, se da una mayor demanda que oferta, lo cual implica un aumento de los precios. Así, como dato relevante, a principios del último cuatrimestre de 2019, Galicia registró una caída del stock de pisos por debajo de los 4.000 inmuebles, algo que ocurre por primera vez desde que las inmobiliarias de la comunidad realizan sus informes de seguimiento.
