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La nueva normativa de la UE paraliza parte del Museo al bloquear la cámara de anoxia

Desinsectiza tallas o retablos con nitrógeno, clasificado como biocida -Supone un freno para una institución donde una parte significativa de las obras presentan material orgánico

Una profesional del Museo trabaja en la restauración de una pieza. // Rafa Vázquez

Las nuevas normativas europeas sobre biocidas suponen un parón en la actividad del Museo de Pontevedra, que se ha visto obligado a bloquear la cámara de anoxia, de las pocas hasta ahora en funcionamiento en España y donde eran tratadas las numerosas tallas, retablos, tapices etc que se van incorporando a la institución.

Estas obras con material orgánico susceptibles de estar infectadas reciben un tratamiento que consiste en mantenerlas durante un tiempo en una atmósfera modificada, en esa cámara estanca, sustituyendo el oxígeno por un gas inerte a fin de conseguir eliminar los insectos xilófagos y sus huevos. Para ello se utiliza nitrógeno, que ha sido clasificado como sustancia activa biocida por la Unión Europea.

Como resultado, todas las cámaras de anoxia que utilizan este gas en Europa están actualmente en cuarentena, entre ellas la del Museo de Pontevedra. Supone un importante bloqueo en un museo donde una parte significativa de las obras presentan material orgánico y en un espacio geográfico como Galicia donde son muy frecuentes los ataques biológicos.

"Las piezas que entran no se están tratando en la cámara", lamentan desde la institución, "que no está inutilizada sino parcialmente cargada pero no se puede activar, porque además su funcionamiento es un procedimiento reglado" y en el momento en que se utiliza salta una alerta sobre la prohibición.

Sin este paso, las obras que pasan a formar parte de la colección del museo reciben "el tratamiento que se tenga que hacer, se catalogan adecuadamente pero ese procedimiento de la cámara de anoxia no se puede aplicar".

El Consejo Internacional de Museos (ICOM) y el de Monumentos y Sitios (ICOMOS) ya se han pronunciado abogando por una solución en la que se autorice el uso del nitrógeno para este propósito específico de preservar el patrimonio cultural de toda Europa.

Sería una excepción puntual en la normativa, pero en cualquier caso "en estos momentos esa cámara está parada, no se puede utilizar ni en el Museo de Pontevedra ni en cualquier otro, así que no podemos realizar esos tratamientos", explican a FARO los portavoces de la institución.

El ICOM y el ICOMOS han pedido al Parlamento Europeo que derogue "lo antes posible" la normativa, que está bloqueando a cientos de instituciones. Insisten en que la prohibición de nitrógeno "no está justificada por cuestiones de salud".

"Es perjudicial para la comunidad de conservación del patrimonio cultural tener menos opciones para las intervenciones de tratamiento", añaden, "siendo el tratamiento anóxico uno de los más compatibles con muchos materiales y objetos".

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