Las obras de estabilización de un terraplén en la carretera provicincial EP-0018, acometidas por la Diputación de Pontevedra en Amil, en Moraña, conllevaron una notable mejoría en la seguridad vial de la zona, pues "los vecinos disponen en la actualidad de mayor margen para el tránsito peatonal". Así lo destacó ayer el diputado de Infraestructuras y Vías Provinciales, Gregorio Agís, quien junto a la alcaldesa de Moraña, María Luisa Piñeiro, visitó ayer los trabajos, adjudicados por 175.378,39 euros a la empresa Construcciones Castro Figueiro.

El objetivo principal de estas acciones era reparar y estabilizar lo deterioro producido en el punto kilométrico 12+800 de la vía que une Amil con Xeve. Entre los problemas producidos por el deterioro del terraplén sobresalía la hendidura surgida entre el borde de la acera exterior y el pavimento, así como el mal estado de la barrera metálica existente en este tramo curvo. La solución que se consideró más adecuada fue el relevo del terreno movilizado por uno nuevo terraplén, saneando el apoyo y ejecutando la creación de un socalco en la base del mismo. Además, se creó un muro de había escogido en el pie del talud para garantizar la sostenibilidad del relleno.

"Creemos que es una obra necesaria que viene a resolver una problemática en un punto muy concreto de esta carretera, donde se hizo una acera para garantizar la seguridad de los peones", explicó el diputado provincial sobre la relevancia de los trabajos. Por su parte, la alcaldesa de Moraña agradeció la inversión y la mejora del vial por la importancia que este tiene. "Son obras muy costosas por su acceso, pero son obras muy necesarias", explicó. Además, Piñeiro añadió que "es una obra muy prioritaria para el Ayuntamiento, sobre todo en esta carretera de Amil, que tiene mucho tránsito de vecinos".

Las obras acometidas no supusieron la modificación del trazado de la carretera, que pasó de tener dos carriles de 3,5 metros, sin arcenes y con aceras de entre un metro y metro y medio en ambos márgenes a una sección en la que se mantuvo el ancho de carril de 3,5 metros, pero, por cuestiones geométricas y de seguridad vial, se eliminó la acera exterior y se amplió la interior, de forma que la anchura del espacio peatonal pasó a 2,5 metros. En la zona de terraplén se renovó la barrera metálica y se dispuso un arcén de medio metro.