El interior de la tienda de ropa de mujer Eneska, situada en la calle Peregrina, ofrecía ayer una imagen muy diferente a la del pasado jueves. Las clientas buscando alguna ganga y probando diferentes modelos y las empleadas acomodando las prendas y atendiendo las demandas de sus visitantes. En el suelo, ni rastro de agua ni barro.

Un día después de la rotura de la tubería de fibrocemento que anegó varios establecimientos comerciales en la calle Peregrina con el cruce de Daniel de la Sota, en Eneska volvieron a la normalidad. Ángeles Menéndez fue la empleada que el jueves a primera hora se encontró con la tienda anegada, esta trabajadora explica que "aún tenemos pendiente hacer el inventario, que lo haremos hacia última hora del día, porque ya vino a visitarnos el perito de Viaqua y el nuestro también vendrá próximamente", señalaba ayer Menéndez mientras sacaba varias prendas de las perchas para mostrarle a las clientas.

Si bien aparentemente, en comparación con la jornada anterior, el interior de la tienda luce completamente pulcro, lo cierto es que "el suelo empieza a levantarse por la humedad, sabemos que hay agua debajo del escaparate y no podemos sacarla y los muebles también se empiezan a resentir por los laterales", indicaba Ángeles.

Durante toda la mañana y toda la tarde del jueves, la empleada de Eneska y sus compañeras estuvieron recogiendo y limpiando para poder abrir lo antes posible y continuar con su dinámica habitual en época de rebajas. "La ropa en el almacén fue la que se vio más afectada, porque estaba en cajas y al mojarse, las prendas cayeron y se embarraron todas", indicó Menéndez.

Otra jornada de limpieza

Un local más allá de Eneska, se encuentra la Librería Paz, cuya verja continuaba ayer a media altura, con los operarios continuando sus trabajos de reparación justo delante del establecimiento.

"Seguimos inventariando perdas, sumando algúns materiais que pensabamos que estaban ben pero que ao estar nun estante baixo ao sacar a auga se mollaron por salpicadura. E a ver se conseguimos deixar o inventario rematado, que seguro que aparecerán máis cousas..., pero polo menos o gordo deixalo xa identificado", señalaba el propietario de la librería, Cano Paz, quien explicó que la jornada del jueves la pasaron sacando agua "como podiamos, cubos constantemente ".

A última hora de ayer estaba previsto que un servicio de limpieza fuera a terminar estos trabajos para que durante la jornada de hoy, los empleados pudieran dejar todo preparado con la previsión de volver a la normalidad el próximo lunes.

Paz también agradeció a los trabajadores de Viaqua que echaran una mano a sus empleados a recoger y limpiar la librería.