Las obras del puente de O Burgo continúan rodeadas de polémica, esta vez por la intervención en las antiguas escaleras sobre el río Lérez, que en opinión de algunos restauradores supone toda una agresión y "hormigonan una parte significativa de la historia de la ciudad".

El restaurador e investigador Leoncio Feijoo Lamas, autor de varias obras sobre la historia de la ciudad, es uno de los profesionales que lamenta la intervención. Sus críticas se suman a las expresadas en los últimos días por el portavoz del grupo municipal del PP, Rafa Domínguez, que califica el proyecto de "chapuza" y pide la paralización de este programa financiado con fondos europeos que, además de dotar al puente más antiguo de la ciudad de un nuevo tablero, iluminación etc, supondrá la creación de una nueva plaza pública.

Leoncio Feijoo explica a FARO que con el reciente hormigonado de un tramo de las escaleras de O Burgo "se pone prácticamente fin a la historia de una de las infraestructuras portuarias más desconocidas pero a la vez más antigua de Pontevedra".

Esos escalones lindantes con la ribera, añade, "no dejaban de ser una parte de los dos peiraos conocidos que se habían adosado al puente de O Burgo, de los que ya hay noticias al menos desde el siglo XVI. Precisamente la parte superior de ese muelle ya aparece en el tantas veces reproducido dibujo de Baldi en su viaje a Pontevedra en 1669".

El restaurador insiste en que "debemos recordar que parte de la riqueza pasada de Pontevedra se le debe al tráfico marítimo comercial que desembarcaba sus mercancías en los muelles ubicados al sur del puente, el de la villa, naturalmente que el más importante, y aun el del norte que daba servicio al barrio de O Burgo".

El muelle situado en la ribera izquierda desapareció (su recuerdo se perpetúa con el nombre de la plaza en la zona donde estaba ubicado); y sufrieron una suerte semejante, recuerda el investigador, los más de quince muelles que jalonaban la ribera hasta la desembocadura del río Gafos, sepultados con la construcción a partir de 1907 "de todo un rectilíneo y adelantado malecón que ocultó todas esas infraestructuras centenarias, casi sería milagroso decir que el único atraque habilitado en la margen derecha, el de O Burgo, perviviría hasta nuestros días"

Leoncio Feijoo Lamas, que denunció hace unas semanas la supresión de la antigua barandilla del puente de O Burgo, no duda de que el patrimonio inmaterial de Pontevedra está de luto "al perder unas escaleras de referencia que haría célebre Andrés Muruáis en su poema "O Bautismo" al narrar en 1878 el curioso rito de los bautismos prenatales que se verificaban en las inmediaciones del puente: Non houbo xa máis remedio/e fomos as escaleiras/ da ponte e preto do río/ collín auga ea tal meiga/ fixenlle unha crus no peito?"

En opinión del investigador, las obras del puente del Burgo "van camino de convertirse en el mejor ejemplo de lo que no debe hacerse con nuestro patrimonio".