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Vecinos y empresarios de Fernando Olmedo exigen soluciones tras la segunda inundación en cinco días

Los residentes en esta calle y en Casimiro Gómez miran con recelo a las obras de humanización que se hicieron en esta zona y creen que ayudaron a que se produjesen los anegamientos -Señalan también a los "lombos"

Borrasca Elsa en Galicia: la calle Fernando Olmedo de Pontevedra, convertida en piscina

Borrasca Elsa en Galicia: la calle Fernando Olmedo de Pontevedra, convertida en piscina

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Borrasca Elsa en Galicia: la calle Fernando Olmedo de Pontevedra, convertida en piscina Pontevedra

"Parecía que se acababa o mundo". Las inundaciones que sufrió en la noche del miércoles y en la madrugada de ayer jueves la calle Fernando Olmedo era la comidilla en cualquier conversación que mantenían los vecinos y los pequeños empresarios que tienen sus negocios en esta calle. Armados con escobas y con bombas de achique, algunos de ellos se afanaban a primera hora de ayer en limpiar y desaguar sus bajos. Otros, como los dueños del restaurante "Atlántico", apenas durmieron dado que dedicaron la madrugada a limpiar para hoy poder abrir normalmente y atender a sus clientes.

En este negocio, como en otros de esta calle, insistían en pedir al ayuntamiento medidas para evitar que las inundaciones se conviertan en algo cotidiano en este calle. Lo hacían después de haber tenido que soportar dos inundaciones de su local en apenas cuatro día. Después de las que se produjeron en la madrugada del domingo, el agua volvió a campar en la madrugada ayer a sus anchas por esta travesía, recientemente reformada. Fue sobre las 11 de la noche del miércoles cuando la cosa se puso fea. El agua comenzó a subir y lo hizo tan rápidamente que varios clientes que estaban cenando tuvieron que irse sin probar tan siquiera el postre para retirar sus coches antes de que se inundasen.

En breve el agua subió y afectó a numerosos coches aparcados en esta calle, próxima al río, por lo que apenas hay garajes comunitarios. Las grúas iban y venían por la calle para llevarse algún vehículo y algún vecino esperaba a ver si el coche secaba y arrancaba.

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En un taller de esa misma calle, Virmóvil, intentaban mantener la actividad como podían: "El problema ya no son los daños materiales, que son cuantiosos, el problema es que cada vez que sucede esto no podemos trabajar, dado que los elevadores no van, la instalación eléctrica está destrozada..., en fin...", se lamenta uno de sus responsables.

Aunque apenas hay garajes comunitarios, hay algún edificio que sí lo tiene, y les ha ido peor que a quien dejó su coche en superficie. En el número 18 de la calle Casimiro Gómez, al fondo de esta calle que desemboca en Fernando Olmedo, volvieron a ver como su garaje se llenaba por completo otra vez de agua, hasta quedar rebosando en la puerta de acceso al mismo. Dentro permanecen al menos 8 coches completamente sumergidos, todos ya desde el pasado domingo cuando se produjo la primera gran inundación.

La mayor parte de los vecinos, comerciantes y empresarios con los que se hablaba ayer recelaban de la reciente obra de humanización que se ha ejecutado en Fernando Olmedo y en la confluencia con Casimiro, en donde se construyó una rotonda y una placita en pendiente. Es cierto que Fernando Olmedo ya sufrió inundaciones antes, pero creen que esta obra no solo no ha resuelto el problema, sino que temen que lo haya empeorado: "La verdad es que llevábamos ya muchísimos años sin que pasase nada y una vez que se hace la obra, a las primeras de cambio, nos viene esto encima, y además dos veces seguidas", explican desde el taller Virmóvil. Algunos de los comerciantes y vecinos también ven un problema con la instalación de los "lombos" sin ningún tipo de aliviadero: "Antes la lluvia bajaba de Casimiro Gómez pero se iba por la carretera hacia el río, ahora los lombos la paran y la embalsan", de hecho, aseguran que "antes los coches que más se inundaban eran los de la parte más pegada a Casimiro Gómez, pero ahora los que se llevan la peor parte son los que están estacionados en el otro extremo".

Es por ello que los vecinos piden al Concello que analice si la nueva obra tiene algo que ver con esta mayor incidencia de las inundaciones.

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