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El convenio de Defensa

"¿Cuántas navidades tendrán que pasar todavía para que lo veamos ejecutado?"

Viviendas para militares en Campolongo. // G. Santos

Unas cuantas cosas vuelven siempre a casa por Navidad, idea sugerente que popularizó un célebre anuncio todavía muy vivo en nuestra memoria colectiva. Y ahora regresa de nuevo en estas fechas el traído y llevado convenio en negociación permanente entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Pontevedra, que enmarca el futuro de buena parte de las propiedades de aquel en este municipio.

El inicio de este concierto se remonta al año 2008; es decir nada más y nada menos que once años atrás. Y lo que aún es peor: ni siquiera se vislumbra una fecha aproximada para su firma, que otorgue luz verde a su ejecución urbanística. Todo en ejemplo, en suma, de lo que nunca debe ocurrir en una negociación blanca, sin ninguna complicación importante que requiera de un interminable estudio.

Buena prueba de su aparente simplicidad es que los términos generales, tanto lo que ganan unos como lo que reciben otros, no han variado sustancialmente desde su esquema inicial. Este parece un convenio de esos en que ganan todos, sin oscuros recovecos, ni términos equívocos. De ahí el asombro que produce tanta dilación, solo imputable a la maldita burocracia de los informes y más informes que chocan con el buen sentido común.

Cualquier se atreve a responsabilizar directamente de ese marear la perdiz al Ayuntamiento de Pontevedra, al Ministerio de Defensa, o también a la Xunta de Galicia ( Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda), que tiene algo que decir al respecto del cumplimiento de cierta normativa. Probablemente las tres partes compartan la culpa en esa dilación exagerada, aunque no a partes iguales, y por esa razón ninguna de ellas ha puesto en cuestión a las otras durante todos estos once años desaprovechados.

Hacen bien y cumplen con su obligación unos y otros a la hora de estudiar el convenio y repasar hasta la última coma de la letra pequeña. Pero ni tanto ni tan calvo, que tiempo han tenido más que de sobra.

El Meollo de la cuestión está en adivinar cuantas navidades tendrán que pasar todavía para que, al fin, veamos no solo aprobado, sino también ejecutado al completo el convenio en cuestión entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Pontevedra.

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