Su nombre es Huanglongbing pero es más conocida como "dragón amarillo". Se trata de una bacteria de origen asiático y cuyo nombre provoca que los agricultores que viven del cultivo de cítricos de España (sexto país productor mundial) entren en pánico cada vez que lo escuchen. No tiene cura y allí donde ha llegado supuso la ruina para el sector. En Florida, Estados Unidos, arrasó el 80% de la producción de cítricos de ahí la preocupación por el hecho de que pueda llegar a España.
Las alarmas saltaron en 2016, cuando el vector de esta bactería, es decir, su principal transmisor, fue detectado en la provincia de Pontevedra. Es un insecto, la psila africana, cuya presencia ya causa daño en la planta, pero lo realmente peligroso es que pueda traer consigo la temible bacteria. Por ahora no se ha encontrado ni en Pontevedra, ni en Galicia, al "dragón amarillo", aunque se sigue de cerca tanto a ella como a su posible portador.
Así las cosas, es normal que en zonas como el Levante, una de las principales zonas productoras de cítricos, se siga con especial atención que puede pasar en Galicia con esta plaga. La preocupación es tal que la evolución de la lucha contra la presencia del vector del dragón amarillo en Pontevedra originó una pregunta de la europarlamentaria socialista Inma Rodríguez-Piñero ante la Comisión Europea sobre las medidas de control que estaba adoptando Galicia y recordó que en 2017 la propia UE reconocía "deficiencias por parte de la Xunta en la aplicación de medidas de control destinadas a impedir la propagación de la misma", incluyendo una serie de recomendaciones al respecto.
No ha sido detectada
La diputada preguntaba también como valoraba la Comisión la actuación de la Xunta respecto a esta plaga. La respuesta de la Comisión incide en que la bacteria todavía no ha sido detectada en ningún país de la UE y que Europa realizó dos auditorías en España en 2016 y 2019 para evaluar la situación de la psila africana (su transmisor) y las medidas aplicadas para su control. Explican que tras la auditoría de 2016, la Comisión recomendó a Galicia que aplicase medidas de control para la psila africana de forma sistemática. "España presentó un plan de acción cuyos puntos clave son la concienciación de los propietarios de árboles cítricos, las instrucciones para el tratamiento, un programa de vigilancia y la inspección de todos los viveros en las zonas demarcadas, seguido de una resolución que describía las medidas que deben adoptarse cuando un vivero se ve afectado". Añaden que la auditoría de 2019 "tuvo lugar del 17 al 27 de septiembre y los resultados están siendo analizados en la actualidad". Instituciones como Areeiro están colaborando para intentar además encontrar vías para combatir al vector no solo con productos químicos sino de forma biológica.
