El servicio de Urgencias del Hospital Montecelo de Pontevedra continúa al límite de sus posibilidades. Ayer volvió a ser un día complicado tanto para los enfermos, a la espera de camas de hospitalización, como para los trabajadores, que no se cansan de repetir que hace falta más personal.

En lo que va de semana se mantiene una media de entre 15 y 18 pacientes a la espera de cama en planta en los boxes del servicio y en los pasillos. Tanto es así que ya se han acabado las camillas disponibles y los celadores y enfermeras han tenido que tirar de las de Radiología, servicio próximo físicamente al de Urgencias en el hospital pontevedrés.

"Esto sigue hasta arriba. Tienen a los pacientes a los que el médico ha dado orden de ingreso esperando por una cama hasta las tres de la tarde, que es cuando se dan las altas de otros enfermos. El caso es que estos nuevos están desde el día anterior en Urgencias", asegura una trabajadora.

La crítica llega porque desde la gerencia se mantienen cerradas cerca de 40 camas desde el verano, que todavía no han sido abiertas al uso. La mayoría son de Medicina Interna III, en el Hospital Provincial. El resto, de Lactantes.

Aunque fuentes de la dirección aseguran que no se han detectado "incidencias reseñables" y que todas las camas están disponibles en caso de ser necesario, trabajadores avanzaron ayer a FARO que se está planteando abrirlas el próximo lunes, tras el puente.

Asimismo, se ha procedido a reforzar le personal de enfermería, pese a que no ha logrado mejorar la situación debido a la falta de plazas hospitalarias.

Iniciativas parlamentarias

La situación del servicio ha llegado también al Parlamento gallego a través de varias iniciativas del BNG, que acusa al Sergas de no poner fin a un caos "que se repite periódicamente sin que se tomen medidas para atajarla o atenuarla".

En estas iniciativas menciona a las familias con las que habló este periódico, que denunciaron que personas enfermas pasan más de 30 horas a la espera de una cama, muchas de ellas de avanzada edad.

"Se da esta grave situación mientras hay 40 camas cerradas en el Hospital Provincial desde el verano. Pero el Sergas no las abre porque no quiere contratar más personal, por lo que condena a pacientes de mucha edad y con patologías graves a una situación de auténtico maltrato, al permanecer amontonadas durante más de 30 horas en los pasillos", asegura el diputado Luis Bará.