Jornada maratoniana en lo que va de semana en el servicio de Urgencias de Montecelo. La llegada del virus de la gripe y los primeras complicaciones en enfermos con afecciones respiratorias se han hecho notar con una importante afluencia de pacientes. ¿El problema? el mismo de todos los inviernos: falta de espacios para atenderlos en los boxes del hospital de referencia de Pontevedra, escasez de camas para efectuar los ingresos necesarios y colapso. A todo ello hay que sumar las críticas por que desde la dirección del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, se sigan manteniendo cerradas las camas de Medicina Interna III y Lactantes en el Hospital Provincial, empeorando la situación.
La pontevedresa Palmira Calvar contaba ayer a FARO su indignación por una espera que superaba, a primera hora de la tarde, las 30 horas por una cama para el ingreso de su madre, de casi 90 años.
Tal y como explicó, llevaban en Urgencias desde el lunes a las 10 de la mañana. La anciana, que sufre de una afección respiratoria, estuvo durante horas en una camilla en uno de los pasillos del servicio de Urgencias. Finalmente, esa noche fue ubicada en la SER (sala de espera de resultados) del servicio.
"Me cansé de preguntar cuándo la iban a trasladar a una habitación y me respondieron que no puede ser. Al preguntar a médicos y enfermeras me aseguran que sí la hay, pero que los encargados de distribuirlas son los que han decidido no hacerlo para no tener que contratar más personal", informa.
"Esta es una lucha en la que los perdedores somos los pacientes y, lo peor de todo, es que esto pasa todos los día en este hospital", denuncia.
La familia presentó al menos un par de reclamaciones para que su caso, "igual que el de muchos otros aquí hoy", fuese oído. "Los propios profesionales nos dicen que denunciemos, que ellos no pueden hacer nada", se lamenta.
"Cada casa sufre su propio drama. Mi madre, por ejemplo, tiene alzhéimer. Una persona así se encuentra perdida, desubicada, en un pasillo de un hospital", añade Palmira Calvar. "Además, hay muchos enfermos mayores y están rodeados de otros que tienen la gripe, con el riesgo que eso supone".
Trabajadores de Urgencias confirmaron ayer que tras el incremento de afluencia de pacientes se había procedido a reforzar el personal. También que ante la falta de espacios, se optó por reubicar a algunos en la sala de endoscopias.
Interna III
En medio de este caos en Urgencias, la gerencia del CHOP mantiene cerradas más de la mitad de las camas que cerró durante el verano. Son 33 en Medicina Interna III, en el Hospital Provincial, y 6 en Lactantes.
Pese a que la dirección había advertido de que se abrirían todas las plazas hospitalarias en función de la demanda, lo cierto es que ha comenzado diciembre y esas en concreto siguen cerradas al uso.
Al ser preguntadas ayer al respecto, fuentes de la dirección del área sanitaria de Pontevedra señalaron que esta planificación se debe a que "con la dotación de camas disponibles en la actualidad y el trabajo diario de gestión interna y gradual de nuevas hospitalizaciones" no se están produciendo "incidencias reseñables", contrastando de forma evidente con testimonios aportados por los propios usuarios, que se quejan de tener que esperar más de un día por una cama.
También es muy diferente el argumento de la gerencia cuando asegura que "todas las camas están disponibles" y que "el número de altas hospitalarias en el CHOP está siendo superior al de ingresos". "Todos los pacientes que ingresan a lo largo del día se van gradualmente a sus camas de hospitalización", añade.
"Cuando se requieren asistencialmente camas para todo tipo de ingresos de pacientes, bien los que prescribe Urgencias, los programados para intervención quirúrgica o patología general, se utilizan todas las necesarias del área sanitaria", informa la gerencia.
En la misma línea, subrayó que "a las 15 horas (de ayer martes) ningún paciente se encontraba sin cama asignada en Urgencias y había camas libres en hospitalización".
