El jurado popular declaró este martes culpable de un delito continuado de malversación de caudales públicos a Fabricio F. A. pero lo hizo asumiendo la práctica totalidad de las tesis de la defensa. Los miembros del tribunal popular consideran que no se pudo probar que el procesado se hubiera apoderado de los 580.000 euros que le reclamaba la Cofradía, dado que ese era el dinero que echaba en falta de las cuentas, sino que tan solo se probó la cantidad que él reconoce y que es mucho menor al rondar los 200.000 euros.

Para el jurado esto es así dado que no se pudo probar que fuese Fabricio quien se apoderó del dinero que faltó de la caja de caudales de la entidad o “caja azul”, de la caja de la venta en la pescadería o de los depósitos de los clientes para la compra en lonja dado que no había “un control adecuado” sobre estos fondos a los que tenían acceso, además del acusado, otros empleados del pósito.

También se consideró probado que Fabricio F.A. cometió estos hechos con sus facultades gravemente mermadas por un trastorno de ludopatía que padecía y consideran que se le debe aplicar el atenuante de dilaciones indebidas. Lo consideran no culpable del delito de falsedad que le atribuía la Cofradía.

Escuchado el veredicto del jurado, el fiscal rebajó todavía más su petición de condena a un año y medio de prisión, mientras que la acusación solicitó tres años de cárcel (pedía inicialmente 8 por malversación y tres por falsedad) y la defensa rebajó esta pediticón a tan solo un año de prisión.