La Escola de Restauración de Pontevedra cuenta con un almacén de entrada y salida para las piezas con las que se trabaja en el centro. Se trata de una estancia que cumple los estándares en su climatización y mobiliario, diseñada específicamente para la conservación preventiva del patrimonio cultural. Se trata de varias estanterías compactas rodantes y otros elementos versátiles que permiten almacenar un gran volumen de materiales en un espacio muy reducido, optimizando los espacios disponibles. Ha supuesto, tal y como informa la Consellería de Educación, una inversión de 30.000 euros, que también ha permitido la mejora de la sala de exposiciones. El jefe territorial de Educación en Pontevedra, César Pérez Ares, visitó la escuela acompañado por la directora de la misma, Carmen Lorenzo, así como de la Inspección Educativa.

Los responsables de este centro informaron de que los bienes culturales con los que trabajan proceden principalmente de instituciones públicas, especialmente museos, aunque en ocasiones también se trabaja bajo convenio con propietarios privados, como la Iglesia. Estos bienes son sometidos a estudios, análisis científicos, documentación y tratamientos diversos propios del área de la conservación y la restauración.

Materias

Las materias prácticas y de laboratorio de las diferentes especialidades impartidas (pintura, escultura y arqueología) tienen una duración cuatrimestral.

El alumnado es de número reducido en los laboratorios, dado que en caso de que hubiera excesiva cantidad de estudiantes podrían generarse riesgos de seguridad para los bienes culturales en depósito.

Estos objetos y obras depositadas pueden permanecer varios cursos académicos en el centro hasta que finaliza el proceso de intervención y pueden ser devueltos a sus propietarios o custodios.

La legislación impone el deber para un centro de estas características de poseer un almacén de entrada, para las piezas previas a su diagnosis y tratamiento, y un almacén de salida, para la obra restaurada.