Espera que su testimonio sirva de ayuda. María del Carmen Puig quiere aportar su granito de arena a la sociedad y visibilizar la enfermedad que afecta a tantas mujeres y de la que tan poco se habla, así como la labor que desarrolla en toda la comunidad gallega la asociación querENDO a la que acudió cuando descubrió su dolencia.

-¿Cuándo fue diagnosticada?

-Llevo diagnosticada desde enero de 2019. Llevaba bastantes años con dolores de regla bastante fuertes, con dos días continuos de dolores horribles que casi no me dejaban hacer vida normal. Al principio no le daba mayor importancia porque siempre se nos dijo que la regla duele y es normal. Durante los días previos, me bajaban las defensas y también tenían un gran malestar de cuerpo, incluso me afectaba a la garganta, pero yo pensaba que esos síntomas no tenían nada que ver con la regla.

-¿Cuándo se dio cuenta de que lo que estaba padeciendo era más que un dolor fuerte de menstruación?

-Pues en el momento en el que quise quedarme embarazada fue cuando me percaté de que algo no iba bien. Llevaba varios años intentándolo y, lo más curioso, es que todos los años me hacía la revisión de control y mi ginecólogo nunca me detectó nada. Tan solo me vio unos quistes a los que no les dio mayor importancia. Decidí pedir una segunda opinión en el Sergas y también coincidieron en que no eran relevantes, me dijeron que siguiera intentándolo y que si en un año no me quedaba embarazada que volviera. Como no lo logré, pedí cita y me atendieron en el centro de Mollabao.

-¿Fue entonces cuando emitieron su diagnóstico?

-Allí expliqué mi situación y tras una exploración inicial lo que me dijeron es que aquellos quistes podían ser endometriósicos y como no estaban seguros me derivaron a fertilidad. Cuando me exploraron en el Hospital Provincial, al hacerme la ecografía ya me dijeron que "estaba hecha un Cristo". Sin haberme hecho la laparoscopia, ya me aseguraban que tenía un grado cuatro de endometriosis. Mi respuesta fue: "¿Cómo es posible que me digas esto si me hago controles todos los años?". Me explicaron que no era tan sencillo efectuar el diagnóstico de endometriosis, pero claro, para mí fue un auténtico shock, no daba crédito, no entendía cómo habiéndome hecho tantas revisiones nunca me la habían detectado.

Al final tuvieron que intervenirme por laparoscopia y a los dos días de la operación mi ginecóloga me informó de que definitivamente tenía endometriosis en grado cuatro, que me habían quitado varios quistes de un tamaño considerable, que otros no los podían retirar porque estaban muy cerca de los ovarios y ¡que me habían tenido que ligar las trompas!

-Imagino que ese momento fue muy duro...

-Mucho... ¡imagínate cómo me quedé al verme de repente recién operada y con la ligadura de trompas, cuando yo siempre había querido ser madre! Me dijeron entonces que la única posibilidad para ellos sería a través de la fecundación in vitro. Fue un shock emocional sobre todo, porque a nivel físico pues la laparoscopia no es una intervención muy invasiva, y en cuanto al dolor de menstruación yo ya estaba acostumbrada.

-¿Antes de que se la diagnosticaran a usted había escuchado hablar de la enfermedad?

-Conocía la enfermedad porque una gran amiga también la tiene, ella ya me había hablado de la endometriosis, pero no sabía que afectara a tantas mujeres y, sinceramente, nunca pensé que me pudiera tocar a mí.

-¿Cómo eran sus dolores durante el ciclo menstrual anteriormente?,¿alguna vez le impidieron ir a trabajar?

-En los últimos años, cuando me venía la regla me ponía fatal, me daban arcadas, y lo que tenía que hacer era tomarme Enantyum y esperar a que me hiciera efecto para ir a trabajar a la oficina. Y luego cada seis o siete horas tomaba el medicamento, así durante los tres primeros días de regla. En algún momento hasta llegué a asustarme.

En mi caso nunca tuve problema por el trabajo, avisaba de que llegaría más tarde y sin problema, pero soy consciente de que hay muchas mujeres que no pueden faltar a su trabajo y es muy duro. Porque, ¿qué haces? Es una enfermedad con la que tienes que convivir y no puedes hacer nada, solo esperar a que te pase...