La Policía Local de Pontevedra da protección actualmente a 26 mujeres víctimas de machismo en el municipio. Son tanto víctimas de violencia de género como de violencia doméstica, tal y como se diferencia a través del programa puesto en marcha a través del convenio de colaboración firmado en el año 2006 entre el Concello de Pontevedra y la Subdelegación del Gobierno.
Fuentes del cuerpo policial local confirman que en estos momentos son menos de una treintena de mujeres las que reciben este tipo de protección. Solamente el año pasado, en su conjunto, fueron 97. Es una cifra que aumenta cada año pese al trabajo de las instituciones y la propia ciudadanía para frenar un tipo de violencia que hace tiempo es una lacra social.
Las intervenciones policiales se sitúan en dos planos de actuación distintos. Uno tiene lugar cuando sucede el delito, momento en el que la actividad policial se centra en la protección de la víctima, el esclarecimiento de los hechos, la indagación sobre el delincuente y su puesta a disposición judicial.
El otro gira alrededor de la puesta en marcha de medidas una vez que el juzgado toma las correspondientes decisiones respecto a la protección de las víctimas.
En los últimos ocho años se ha superado el centenar de intervenciones por parte de la Policía Local por delitos de violencia de género en el municipio pontevedrés. Fueron muchas más que las de violencia doméstica, con poco más de 20.
La Policía Local de Pontevedra solo gestiona los casos de riesgo bajo o medio, mientras que los de riesgo alto pasan a manos de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección a las víctimas de violencia de género de la Policía Nacional, UPAP.
De aquí a 2021
El IV Plan de Políticas de Xénero del Concello de Pontevedra, al que ha tenido acceso FARO, trabajará durante los próximos años en dotar al municipio de un marco de actuación en materia de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres durante el período 2019-2021. Su estructura sigue la línea y metodología del anterior plan en base al "importante nivel de implantación y desarrollo conseguido y los buenos resultados obtenidos".
Se estructura en cuatro grandes áreas de intervención y cada una de ellas establece dos objetivos estratégicos que se pondrán en marcha a través de diversas acciones.
"El cuarto plan se formula como un documento flexible que responde a una metodología basada en la participación, la acción y la investigación", asegura el texto. Las acciones y actividades se acometerán desde criterios de idoneidad, oportunidad y participación, "incorporándose en un proceso de retroalimentación que permita sustentar las siguientes actuaciones".
Cuatro campos de trabajo
Las cuatro áreas son: "Participación y acceso a la información y a los recursos", "Promoción de la igualdad entre mujeres y hombres", "Salud, sexualidad y género" y "Abordaje integral de la violencia de género".
En el campo de la participación y el acceso a la información y los recursos se trabajará para potenciar la participación en las actividades desarrolladas por el Área de Igualdad tanto en barrios y parroquias como en el núcleo urbano. Asimismo, se facilitará la dinamización e intercambio de experiencias entre la mujer joven.
Otra línea será la visibilización del valor de las producciones realizadas por mujeres: ciencia, historia, deporte, cultura, arte... La divulgación y el acceso a la información y recursos será un pilar fundamental y se llevará a cabo a través de estrategias divulgativas adaptadas al territorio.
Referentes de liderazgo
La igualdad entre hombres y mujeres se centrará en las oportunidades utilizando referentes de liderazgo femenino. Así, se conmemorarán las fechas de reivindicación de los derechos de las mujeres y se promoverá el cambio de valores, eliminando roles y estereotipos de género.
Se llevarán a cabo actuaciones, proyectos o programas que favorezcan el conocimiento de las problemáticas vividas por mujeres, así como la intervención y atención a estas.
Salud y sexualidad
El área de salud, sexualidad y género incorporará la perspectiva feminista fomentando la revalorización personal, la autoaceptación e identificando factores de protección que propicien una vida saludable.
Por ello se pondrá en valor la diversidad y se potenciará una educación afectiva y sexual libre de estereotipos.
Por último, el abordaje integral de la violencia de género trabajará para concienciar e implicar a la ciudadanía de Pontevedra en la lucha contra las violencias machistas en dos líneas: la prevención y la intervención con las víctimas.
