"Mi nombre es Rafael Gómez Amoedo y he de comunicarle que, de no haber sido por dos de sus hombres, hoy no estaría escribiendo estas líneas". Así comienza la carta que envió el hombre a quien el pasado fin de semana cuatro agentes fuera de servicio salvaron la vida cuando sufría asfixia tras atragantarse con un trozo de carne mientras cenaba en un restaurante de Casaldesanta, en Vilaboa.

Fue el Sindicato Unificado de Policía, el SUP, quien ayer desveló el contenido de esta misiva en donde esta persona pide al máximo responsable de la Policía Nacional "el mayor de los reconocimientos" que hace extensible también al guardia civil Javier Maquieira, y al Policía Local de Vigo, Santiago Pereira, que participaron en este auxilio.

"Es para mí un verdadero orgullo saber que, gracias a la ayuda de sus agentes, Iván Casalderrey y Elías Peón, sigo vivo". También se lo agradece a Santiago Pereira y Javier Maquieira y explica que el personal de la ambulancia que le atendió en le restaurante le confirmó que sin la asistencia de estos agentes probablemente habría fallecido. "De no haber sido por ellos, por su rápida actuación, por sus conocimientos y entrega desinteresada, créame, sería imposible que yo le contara esto".

"La vida es muy corta, y puede serlo más cuando simplemente uno está con un amigo, deciden cenar y un mal trago intenta arrebatárnosla. Ya ve usted, algo tan sencillo como eso", explica.

"Mi peor pesadilla"

"Todavía recuerdo ese día, 2 de noviembre, me atraganto y comienza mi peor pesadilla. Solo recuerdo agobio e incapacidad, caer al suelo, ver gente, no ver nada. Después despertarme dolorido, me costaba respirar, moverme débilmente, unos hombres, alrededor de mía, sus hombres, y un equipo médico que me dice: te han salvado, esos chicos te han salvado", explica en su carta.

Finaliza indicando que "es en este momento, cuando me veo en la obligación de pedirle a usted, que estos dos policías nacionales, Iván y Elías, merecen el mayor de los reconocimientos por una intervención memorable que es, a mi parecer, el mayor de los regalos que podían hacerme, la vida".

El SUP destacó la actuación coordinada y el trabajo en equipo de los cuatro agentes de tres cuerpos de seguridad distintos.

La carta íntegra

Estimado Señor Director General de la Policía,Mi nombre es Rafael Gómez Amoedo y he de comunicarle que, de no haber sido por dos de sus hombres, hoy no estaría escribiendo estas líneas.Es para mí un verdadero orgullo saber que, sin la ayuda de sus agentes, Iván Casalderrey y Elías Peón, sigo Vigo. También quiero agradecérselo a Santiago Pereira y Javier Maquieira. La ambulancia que me recibió en el restaurante así me lo dijo. De no haber sido por ellos, por su rápida actuación, por sus conocimientos y su entrega desinteresada, cérame, sería imposible que yo le contara esto.La vida es muy corta, y puede serlo más cuando simplemente uno está con un amigo, deciden cenar y un mal trago intenta arrebatárnosla. Ya ve usted, algo tan sencillo como eso.Todavía recuerdo ese día, 2 de noviembre, me atragango y comienza mi peor pesadilla. Solo recuerdo agobio e incacapacidad, caer al suleo, ver gente, no ver nada. Después despertarme dolorido, me costaba respirar, moverme débilmente, unos hombres, alrededor de mía, sus hombres, y un equipo médico que me dice "te han salvado, esos chicos te han salvado".Y en este momento, cuando me veo en la obligación de pedirle a usted, que estos dos Policías Nacionales, Iván y Elías, merecen el mayor de los reconocimientos por una intervención memorable que es a mi parecer el mayor de los regalos que podían hacerme, la vida.Sin más, me despido de usted, agradeciendo su atención y enviándole un cordial saludo.