El peligroso grupo albanés desarticulado este lunes en Pontevedra perpetró hasta 30 robos en viviendas repartidas por la geografía gallega. Los integrantes, dos hombres de 19 y 29 años y una mujer de 23, se encuentran ya en prisión provisional. El operativo de detención se desplegó en la capital del Lérez, donde los varones residían en una vivienda de alquiler en la calle Tablada. Los vecinos quedaron sorprendidos por el gran despliegue policial: "fue de película", comentaban.
En el registro de la vivienda, los agentes de Patrimonio de la Policía Judicial de la Guardia Civil encontraron máscaras de Dalí (popularizadas por la serie televisiva La Casa de Papel), la ropa que usaban para camuflarse, herramientas y un botín - oculto en el doble fondo de un sofá- compuesto por multitud de joyas y gran cantidad de dinero.
Según ha informado el Instituto Armado, los inicios de la investigación, en el marco de las denominadas operaciones 'Komodos' y 'Argolla' se remontan a principios del mes de marzo de este año, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de tres robos en otros tantos chalets de A Zapateira, en A Coruña, y dos más en Allariz (Ourense), tres días más tarde.
Comenzó así una investigación para dar con los autores, que utilizaban para sus desplazamientos un vehículo con varias placas de matrícula, todas ellas falsas, han señalado las mismas fuentes. Al poco tiempo se pudo saber que se trataba de ciudadanos de nacionalidad albanesa con domicilio eventual en la ciudad de Pontevedra. Desde esta localidad se desplazaban por toda la Comunidad gallega con distintos vehículos, "para dificultar su detección, vigilancia y seguimientos", ha indicado la Benemérita.
Durante varios meses la investigación se mantuvo en espera, al haberse desplazado los investigados a su país de origen. Así, a principios del mes de octubre se detectó de nuevo su presencia, "utilizando para su entrada y estancia una identidad falsa", destacan las mismas fuentes, para lo que ocuparon un inmueble en la misma ciudad.
Vigilancia
Desde ese momento se les sometió a "una intensa vigilancia", destaca la Guardia Civil, con la que comprobaron a los pocos días que "no desempeñaban actividad laboral alguna, y que el motivo de su estancia, podría deberse nuevamente, a la comisión de robos en vivienda".
A los pocos días, recibieron la visita de una joven también de la misma nacionalidad, que después de estar alojada con ellos durante un par de días, tenía intención de tomar un vuelo de regreso. Ante la posibilidad de que fuera ésta la forma utilizada para transportar las joyas sustraídas, fue interceptada y sometida a un control en el aeropuerto, donde encontraron entre sus pertenencias joyas provenientes de dos de los robos cometidos días antes.
Los detenidos "pasaban perfectamente desapercibidos, sin ostentar ningún tipo de lujos, ni arraigo social entre la sociedad gallega", subrayan las mismas fuentes.
Supuestamente solo viajaban a España con la intención de sustraer joyas y dinero en el mayor número de viviendas posibles, con lo que posteriormente regresarían a sus lugares de origen.
'Modus operandi'
El 'modus operandi' se basaba en localizar viviendas que en ese momento no estaban ocupadas por sus moradores para "acceder a su interior mediante el pinzamiento de ventanas, eliminando los sistemas de seguridad de las viviendas, para posteriormente llevarse todas las joyas y dinero en efectivo", relata el Instituto Armado, que concreta que "nunca llegaron a ser sorprendidos por moradores".
Los domicilios donde se cometieron los hechos se encontraban en las localidades de Oleiros, Teo, Ames, Ordes, Cangas de Morrazo, Ponteareas, Fornelos de Montes, Barro, Allariz, Pereiro de Aguiar o Nadela entre otras.
