El presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, alertó esta mañana de que "cuantos más votos tenga Vox o Ciudadanos más posibilidades tendrá el Partido Socialista de ser la lista más votada". El responsable de los populares en la Comunidad invitó a la "casa común" de la derecha en un almuerzo electoral que mantuvo con los empresarios.

Recordó que en los últimos comicios la ultraderecha obtuvo en Galicia 86.000 votos que no consiguieron escaño (unos 750.000 sin representación en todo el estado) para advertir de la división del voto y de que "entonces (tras el triunfo de los socialistas) empezaremos a contar y a volver a empezar a tensionar la economía y la sociedad".

Ante los representantes de la patronal los populares, también la cabeza de lista por Pontevedra o el portavoz en el ayuntamiento capitalino, Rafael Domínguez, se presentaron como alternativa de estabilidad. A mayores de a esa solidez, Feijóo se refirió a la "capacidad de gestión, rigor y experiencia para gobernar, porque ninguna compañía improvisa a su director general", así como a los "resultados" de los gobiernos populares para abogar "por un cambio: o cambiamos o nos cambiarán".

"Esta mañana tendrán que salir los datos del paro", afirmó Núñez Feijóo, convencido de que si no se conocen es "porque hay debate por la noche" y de que ante las amenazas de una nueva crisis "España no está blindada porque tiene un gobierno muy débil. No se ha hablado de lo que ocurre todos los días a los trabajadores, a las familias, a las empresas... No se habla de los problemas de los españoles".

Feijóo

también se refirió en su intervención a que "necesitamos un Gobierno de España que se tome en serio a Galicia" y afeó al Ejecutivo que en los últimos presupuestos que presentó "los presupuestos bajaban en Galicia un 30% y aumentaban un 60%" en Cataluña".

Por lo que respecta al tejido industrial y empresarial, acusó al Gobierno español de inacción para solucionar el grave problema de Alcoa, de no apoyar a As Pontes y, en el caso de Ence, afirmó que "el estado tiene que dar seguridad jurídica a las compañías", ya que si quiera ese principio "ninguna podrá estar tranquila".

Se preguntó qué harán "las miles de familias que venden madera a Ence" si se cerrase la pastera y firmó en general que "la improvisación que se da con Alcoa, Ence o Endese no la he visto nunca".

Representantes de organizaciones como la asociación de empresarios Aempe o el Foro Pontevedra y de distintas firmas con sede en Pontevedra participaron en el desayuno, al que acudió un amplio abanico de cargos populares, caso del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, o la expresidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo. "No recuerdo un acto económico tan potente", aseguró el portavoz de los populares en Pontevedra, Rafael Domínguez, ante la afluencia "que ha hecho que gente haya quedado fuera y que superó todas las expectativas".

Rafael Domínguez presentó una Pontevedra "que lidera la tasa de paro" y que "tres de cuatro veces en la Encuesta de Población Activa es la ciudad en la que se crea menos empleo, con la renta per cápita más baja". Aunque los cierres comerciales son un fenómeno global, afirmó, la ciudad del Lérez cuenta con "un alcalde hospital a las empresas", mientras que a nivel autonómico "en los últimos 10 años Galicia ha crecido por encima de la media nacional".

Criticó que el Partido Socialista "ha sido nefasto" para Galicia, con "los peores presupuestos en 19 años", una queja que también expresó momentos después la cabeza de lista por la provincia. María Ramallo mostró su convencimiento de que "la gente no quiere líos sino que le resuelvan los problemas, tranquilidad" y no lo que definió como "una política adolescente que no nos lleva a ningún rumbo".

Frente a ello la candidata de los populares y alcaldesa de Marín abogó por "hablar de lo que de verdad importa... La gente está cansada" del tema de Cataluña, de que "las calles de Barcelona parezcan las de un país en guerra... De la que la deuda de 700 millones de euros que se le debe a Galicia no se le pague".

Ramallo planteó que la PP es, al contrario, la "política del sentidiño, en Galicia no hay cuentos, hay cuentas", y tras recordar que "el PP ha dirigido los peores años de la crisis" se preguntó "si los más de 8.000 ayuntamientos llevan funcionando desde mayo por qué no ha ocurrido en España".