La señalización equívoca en algunos puntos del recorrido, con flechas amarillas que recomiendan distintas direcciones, es una de las notas negativas que refieren los peregrinos. No se trata de quejas frecuentes "pero algunas veces sí nos comentan eso de las señales", explican desde el Hostal Peregrino.
Se trata de indicadores situados en puntos como la plaza Celso García de la Riega o en la parroquia de Tomeza, donde dos mojones consecutivos recomiendan itinerarios opuestos.
Con todo, en este hostal señalan que "lo más preocupante es que cuando llegan a Pontevedra se encuentran un vertedero,justo a la entrada de la ciudad está la imagen de unas chabolas en las inmediaciones del Camino, que no es la más positiva para recibirlos".
Por lo demás, los peregrinos y responsables de albergues coinciden en que "está bien señalizado por el interior y por la costa, excepto el tramo de Vigo".
La variante espiritual (73 kilómetros de recorrido alternativo atravesando O Salnés) es otra de las que registra resultados de récord y de hecho el pasado mes ya superó la cifra de afluencia global de todo 2018. Celestino Lores, presidente de los Amigos do Camiño, recordaba que en el pasado año hicieron noche en el albergue público de Armenteira unas 3.000 personas, que rondarán ya las 4.000 al despedir la temporada. En este caso se pide a la administración que mejore la segurida vial en concellos como Poio.
