La víctima del crimen de Ponte Caldelas, Manuel Rivas Muiños, confesó a alguno de sus amigos y a un detective privado con el que contactó que se sentía "perseguido" durante las últimas semanas antes de que Marcos Vidal acabase con su vida a navajazos. Así lo declaró esta mañana un amigo suyo que prestó declaración en el juicio que se sigue por este caso en la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Este testigo subrayó que, tras un tiempo en el que vivió separado de Sandra, su esposa, se habían reconciliado como cosa de un mes antes de su muerte y que "los últimos quince días" antes del crimen notó "una situación rara". Según este testigo, Manuel empezó a estar un poco nervioso". "Le rayaron el coche y le pincharon las ruedas" y "se sentía un poco perseguido". Cuando le preguntaron al testigo quién creía Manuel que le acosaba, este respondió que "él me decía que era Marcos", en referencia al acusado Marcos Vidal.

Según este mismo testimonio, aunque del incidente del coche sí dio parte a la Guardia Civil, cuando este amigo le preguntaba si denunciaba estas amenazas él respondía que no, dado que "Sandra lo tiene todo controlado" y que "tenía a una policía nacional atenta a eso".

Otro de los testigos que reveló la intranquilidad que sufrió Manuel Rivas los últimos días de su vida fue un detective privado con el que contactó "para que lo acompañara por seguridad". Según indicó este profesional, en un primer lugar, constató que había una relación sentimental entre Sandra, su esposa, y Marcos Vidal. Aseguró que se iban a realizar unas gestiones para constatarlo pero que el detective le dijo a Manuel que no era necesario, dado que la relación entre Sandra y Marcos era evidente habida cuenta de la naturaleza de unos mensajes en el móvil de Sandra que había observado Manuel.

También dijo que Manuel ya era conocedor de esta relación. Así las cosas, Manuel lo que le pidió a este detective es que "le acompañase por seguridad". Según le explicó el fallecido, Marcos "lo tenía amenazado". "Tenía miedo de él, se sentía amenazado" y no a través de lo que le pudiera contar Sandra, sino que este testigo asegura que Manuel le dijo que eran amenazas en persona de Marcos hacia él. Este detective afirmó que Manuel "estaba muy enamorado" de su esposa y que no quería dejar la relación, pero aseguró que "una temporada se fue a casa de los padres porque se veía muy amenazado" por el acusado y que, por ello, "se veía a escondidas con su mujer". También dijo que el fallecido le comentó que Marcos "no quería que él estuviese con su mujer" y también reconoció que pudo haberle comentado que no denunció estos hechos porque Sandra así se lo pedía.