Sinaí Giménez ha sido condenado hoy a un año de prisión por dos delitos de atentado y una multa de 2.880 euros por un delito de lesiones a raíz de un altercado en los exteriores de los juzgados de Tui en abril de 2014 en el que fueron agredidos dos guardias civiles y un abogado. Además, el conocido como "rey de los gitanos" deberá pagar a dos agentes indemnizaciones por responsabilidad civil por 9.000 y 2.000 euros.

El juicio, que estaba fijado para esta mañana en el Juzgado número 1 de lo Penal de Pontevedra, se celebró con acuerdo. Estaban citados seis acusados de la familia de los "Morones": Sinaí Giménez, sus hermanos Saúl, Marino, Juan Paulo (que sigue en busca y captura desde el pasado mes de junio) y Consuelo y su sobrina Débora. La vista oral había sido aplazada el pasado mes de junio por la incomparecencia de tres de ellos: Marino, Consuelo y Juan Paulo. En esta ocasión, además, Sinaí Giménez habló a través de una pantalla por videoconferencia al encontrarse en prisión cumpliendo la condena impuesta por el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo por amenazas contra otro clan gitano, el de los zamoranos, en el mercadillo de Redondela en noviembre de 2015.

Consuelo y Débora Giménez han sido condenadas por un delito de obstrucción a la justicia a un año de prisión y una multa de 1.440 euros a razón de 8 euros al día durante 6 meses, cada una. Por su parte, Saúl Giménez es condenado por un delito de atentado a 6 meses de prisión, mientras que Marino ha sido absuelto porque no queda acreditada su participación en los hechos.

Disculpas

Al conocer la pena impuesta, Sinaí Giménez dijo estar conforme y quiso pedir disculpas "por lo ocurrido ese día". "Estoy arrepentido y lo más pronto posible pagaré la indemnización", aseguró. "Debo recordar a su señoría que ese año no tenía antecedentes penales", añadió. Asimismo, alegó que estaría dispuesto a hacer trabajos para la comunidad. Por su parte, Saúl, presente en la sala, pidió también disculpas "a todos los afectados".

La Fiscalía solicitaba condenas de cárcel para los seis acusados que oscilaban entre seis años y medio y un año y medio por unos hechos que tuvieron lugar en Tui tras la puesta en libertad con cargos de un agente de la Guardia Civil y un agente forestal que habían sido detenidos por un intento de ajuste de cuentas en la casa de Olegario Giménez, patriarca del clan conocido como los 'Morones'.

En su escrito de acusación, la Fiscalía relata que aquel día los acusados amenazaron a los guardias civiles que formaban parte del dispositivo de seguridad y después agredieron al letrado y a dos agentes siguiendo las órdenes de Juan Paulo.

Dispositivo de seguridad

Con ocasión de la celebración del juicio se organizó un dispositivo especial de seguridad. A su llegada a los juzgados de A Parda, algunos de los familiares mostraron su enfado, especialmente con los medios de comunicación. "Está muy bien la Justicia, privado de libertad y no le dejan ni ir a juicio", dijo, irónicamente, Marino Giménez en referencia a su hermano Sinaí.

"No somos unos etarras. No somos de la ETA. ¿A cuántos hemos matados ¿a cuántos hemos violado? ¿cuántos millones hemos robado?", manifestó, a su vez, una mujer de la familia.

La anécdota la protagonizó Marino, que se había olvidado el DNI en el coche, aunque finalmente pudo entrar. Al ser grabado por los periodistas llegó a increpar a uno de ellos instándole que apartase la cámara. Ya dentro de la sala, cuando la juez dio la orden a los gráficos de abandonar la estancia él levantó la voz para decir "¡Fuera!".

Entre los familiares, que querían acompañar a los acusados, se encontraba la madre de los Morones y la esposa de Saúl Giménez, con sus hijos.

"Dura negociación"

El abogado de Sinaí Giménez, Marcos García Montes, reconoció a su salida de los juzgados, una vez celebrada la vista, que las negociaciones habían sido "duras". "Las pruebas en el juicio no estaban muy claras", dijo justificando ese acuerdo.

García Montes se mostró crítico con el hecho de que el agente de la guardia civil y el agente forestal que habían sido detenidos por el suceso en la casa de Olegario Giménez "hayan salido sin más tipo de condena que una por alcoholemia". "Es importante que tanto Sinaí como los hermanos se han arrepentido y lo han lamentado por los daños causados", resumió.

Por su parte, Javier Picallo, letrado de Marino Giménez, subrayó que contra su defendido no había pruebas suficientes de cargo. "Yo tenía claro que iba a pedir la absolución", afirmó.