Marcos Vidal González, el vecino de Arcade acusado de acabar con la vida del marido de una mujer con la que mantuvo una relación sentimental en Ponte Caldelas en 2015, reconoció esta mañana su culpabilidad en la Audiencia de Pontevedra en el juicio que se inició esta misma mañana por dichos hechos.

Vidal se acogió a su derecho a no declarar a ninguna de las partes, pero sí hizo una breve declaración a la presidenta del Tribunal, a quien recordó que "yo ya me declaré culpable y siempre me declararé culpable" de dar muerte a Manuel Rivas Muiños. Lamentó que lleve cuatro años a la espera de comparecer ante el jurado popular y ser juzgado "para cumplir mi condena tranquilo". También reconoció que los padres del fallecido merecen que se haga justicia y subrayó que si él perdiera un hijo "también pediría que me encerrasen o que me fusilasen si fueran otros tiempos". En clara referencia al jurado, aseguró que no quiere que tengan "piedad de mí". Sí alegó ante las acusaciones de ensañamiento que pesan sobre él por parte de la Fiscalía, que fue él quien llamó a la esposa del fallecido ese día y quien llamó por teléfono para alertar de lo sucedido. Luego rehusó responder al resto de las partes.

La Fiscalía solicita una condena de 20 años de prisión (que la acusación particular eleva a 25 años) por un delito de asesinato con ensañamiento. El Ministerio Público recordó que el acusado acabó con la vida de Manuel Rivas Muiños tras asestarle "más de 20 puñaladas". Sin embargo, la defensa de Marcos Vidal, aunque reconoce los hechos, cree que se le debe aplicar la circunstancia atenuante de confesión (que también reconoce el fiscal), así como otra de "arrebato, obcecación o estado pasional", además de la de dilaciones indebidas, por el retraso del caso que se remonta a noviembre de 2015. Considera que no hubo ensañamiento, sino que Marcos Vidal actuó movido por un estado pasional "evidente", fruto del "triángulo amoroso" que existía entre el acusado y el matrimonio.

Sin embargo, en su declaración, la viuda de Manuel Rivas, insistió hoy de nuevo en que nunca llegó a mantener una relación sentimental como tal con el acusado. Sí reconoció que, en un momento dado, intentó "conocerlo mejor" hasta que se dio cuenta de que era "agresivo" y que a partir de ahí intentó cortar toda relación. No obstante, vino a señalar que le seguía el juego porque estaba "aterrorizada" por las amenazas que vertía tanto contra ella como contra su marido,quien estaba al corriente de las mismas según la declaración de Sandra M. A.

La viudad de Manuel Rivas segura que la mañana del 28 de noviembre de 2015, cuando se produjeron los hechos, mantuvo una serie de conversaciones con Marcos que la pusieron en alerta de que algo podría ir mal y que posteriormente, llamó al teléfono de su marido y que cuando se descolgó, solo pudo escuchar a Manuel gritando "¡No, Marcos no!".

Posteriormente, tras avisar al 112 de que algo podría ir mal en su domicilio, relató que habló con Marcos a través del teléfono de Manuel y que éste le contó que lo había matado y que incluso todavía pudo escuchar a su marido agonizando, aunque todavía con vida. Aseguró que Marcos le decía que ahora "fuera a limpiar ahora toda esta sangre" que había matado a su marido y que incluso le dijo que le iba a enviar "una fotito", una imagen que le envió de su marido agonizando, y que la mujer dijo que no abrió "pues tenía miedo a ver lo contenía esta foto". La Fiscalía dice que en ese momento Marcos le asestó una última cuchillada mortal a Manuel Rivas.