Desde la Concejalía de Medio Ambiente se ha puesto en marcha un proyecto, valorado en 48.300 euros, para continuar con la mejora de las instalaciones del parque de Punta Vicaño.

El gobierno local comenzó el año pasado con la mejora medioambiental de los 22.000 metros cuadrados que mide esta zona verde.

Este nuevo proyecto busca la conservación, la reposición y la restauración del ambiente y el reequilibrio del Parque Vicaño, que actúa como un pulmón verde para los núcleos de Sanxenxo y Portonovo.

La actuación está consistiendo en la restauración de un sendero y la incorporación de un estaque con especies vegetales acuáticas, que atraerá más aves y anfibios.

En el sendero se está regularizando el firme e instalando travesaños de piedra rústica para evitar su descomposición, conteniéndolo transversalmente y resolviendo el problema de evacuación de aguas con otros travesaños instalados de manera oblicua.

La segunda actuación que se llevará a cabo es la colocación de un estanque, en la zona intermedia del parque. El agua partirá de un pozo ya existente, poniéndolo así en valor, y seguirá su curso aprovechando la pendiente generada con unos escalones hasta llegar al estaque, que tendrá una superficie de 80 metros cuadrados.

El estaque tendrá diferentes profundidades y una rica variedad de especies vegetales acuáticas. Y la presencia de agua mejorará el ecosistema existente, siendo un elemento de atracción para ciertas especies animales que podrán enriquecer y diversificar el entorno.

Regeneración

En el año 2018, se llevó a cabo una tala de parte del arbolado existente, principalmente pinos, que habían crecido demasiado juntos, estaban enfermos y tenían una altura que presentaba un peligro para los usuarios del parque.

Tal y como se comprometió el gobierno después de talar los pinos se llevó a cabo la plantación de más de ochenta nuevos árboles de especies muy variadas.

Zona con arbolado de especies más propias de jardinería y de gran belleza que hicieron del parque un lugar colorido en otoño, como son liquidámbar, ginkgo y hayas.

Zona de bosque atlántico con carballos, castaños y acebos, combinados con robles y también especies más mediterráneas como encinas y alcornoques.