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Loli Argüelles: "La artritis psoriásica es muy dolorosa, desde que te levantas hasta que te acuestas"

Esta vecina de Marín lleva casi 30 años conviviendo con una enfermedad reumática

Loli Argüelles, ayer, en Pontevedra ciudad. // Rafa Vázquez

Cada año, el día 12 de octubre, las personas con artritis de todo el mundo aúnan sus voces para concienciar a la sociedad sobre su dolencia, una de las principales enfermedades reumáticas que afecta a gran parte de la población que las padece. En el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés son cerca de 75.000 las personas que padecen con alguna enfermedad de este tipo, según las cifras que maneja la jefa de servicio de Reumatología del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, la doctora Susana Romero. Entre las pacientes que acuden a su servicio se encuentra Loli Argüelles, una mujer residente en Marín que desde hace casi 30 años convive a diario con una artritis psoriásica.

-¿A qué edad le diagnosticaron la enfermedad?

-Hace 27 años, aproximadamente. Recuerdo que empecé con un dolor terrible en la mano y después con una inflamación en la pierna. A base de acudir a Urgencias, de pruebas e incontables visitas médicas, al final dieron con ella.

-¿Considera que el suyo fue un diagnóstico tardío?

-Personalmente sí. Fue un diagnóstico que tardó en llegar, ya que primero pasé por diferentes servicios de Montecelo, no sabían decirme qué me estaba ocurriendo y yo continuaba sufriendo unos dolores muy fuertes. Hasta el diagnóstico definitivo pasó mucho tiempo y en apenas unos meses la enfermedad avanzó mucho y muy rápido. De hecho, llegué a tener la mano izquierda colgando, sin poder moverla. Al final fue una dermatóloga quien me insinuó que quizás mi caso estuviera relacionado con una artritis, así que al final decidí ir por mi cuenta a un reumatólogo privado, que fue quien emitió el diagnóstico. En aquel momento, en mi muñeca izquierda era como si el hueso se estuviera deshaciendo, ya que la artritis es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo se ataca a sí mismo, y parecía que iba a ser muy difícil que pudiera volver a utilizarla, pero al final lograron que recuperara la movilidad a base de rehabilitación.

-¿Y cómo recuerda aquellos meses?

-En aquel momento no podía hacer nada, ni ducharme, ni vestirme,... ¡imagínate! Tenía constantemente la articulación de la muñeca inflamada e incluso uno de los dedos se puso completamente negro. Pasé muchísimo dolor, porque si hay algo que caracteriza a la artritis es que es una enfermedad dolorosísima, desde que te levantas hasta que te levantas. No tienes descanso.

-¿Trabajaba entonces?

-Sí, en una oficina, pero tuve que coger una baja porque el brote inicial fue tan fuerte que durante tres meses no pude salir de casa. Los pasé de cama al sofá y del sofá a cama, porque tenía que estar en reposo constantemente. Luego, empecé a convivir con la enfermedad; tienes que aprender hacerlo.

-Y en la actualidad, ¿cómo convive con su artritis?

-Ahora mismo estoy atravesando un brote y aunque con el tratamiento se va llevando, el dolor está siempre. Es una enfermedad que da mucha fatiga, genera mucho cansancio, cuesta dormir por la noche también, porque si te mueves tienes dolor y si no rigidez. Hay momentos menos malos, yo no suelo decir mejores, porque al final el dolor es continuo y a menudo deriva en trastornos emocionales.

Por otra parte, la artritis supone que tengas muchas limitaciones. Para mí, por ejemplo, subir y bajar las escaleras del autobús es una auténtica odisea, por eso le tengo pánico. También otras acciones cotidianas nos suponen mucho, como abrir una botella de agua, el hecho de llevar un café a la boca o abrir la puerta con la llave, un gesto que me supone un esfuerzo terrible, porque no podemos hacer le giro de muñeca. De hecho, no es la primera vez que tengo que llamar a los vecinos para que me abran la puerta... Afortunadamente, hoy en día, hay determinados adaptadores en las ortopedias o en internet que nos facilitan mucho más la vida, de manera que no tengamos que forzar las articulaciones.

-En su caso, la artritis va acompañada de psoriasis, ¿en qué medida le afecta ?

-Sobre todo en la aparición de placas psoriásicas en las articulaciones o en los pliegues de la piel, pero en mi caso tengo suerte porque no es muy acusada.

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