Europa toma medidas drásticas tras el accidente del avión de carga de Ukraine Air Alliance que se estrelló el pasado viernes en Ucrania tras haber salido del aeropuerto de Vigo con piezas de automoción de la factoría de Lear Corporation de O Porriño y en el que fallecieron cinco tripulantes y tres resultaron heridos de gravedad. Solo un día después del accidente, y según confirmaron a este periódico fuentes oficiales, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) suspendió a la aerolínea el certificado TCO ( Third Country Operators) gracias al cual podía operar hasta el pasado viernes en Europa. De esta forma, y probablemente hasta que concluya la investigación sobre lo ocurrido, los aviones de la compañía ucraniana, habitual en el aeropuerto de Vigo, no podrán realizar operaciones comerciales en ninguna terminal comunitaria.

Además del certificado de EASA, Ukraine Air Alliance tiene un permiso de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que le autoriza a la realización de operaciones comerciales en España y que, tras la medida del organismo europeo, también ha quedado suspendido.

Pero no solo EASA ha tomado esta decisión. El Servicio de Aviación del Estado de Ucrania, según recogían ayer varios medios de comunicación del país, le ha suspendido también el Certificado de Operador, con lo que su actividad también está vetada en su propio país. En este caso, y según pudo saber este periódico, la prohibición se aplicará durante al menos seis meses. "Por orden del Servicio de Aviación del Estado de Ucrania con fecha del 4 de octubre de 2019 No. 1334, el certificado del operador de la sociedad anónima privada Airline Ukraine-Aeroalians No. 023 RU finalizó desde las 00:00 00 minutos (UTC) del 05 de octubre de 2019", se recoge en el comunicado.

Ambas medidas se toman en medio de la investigación sobre lo ocurrido el pasado viernes. El avión llegó vacío a Peinador a última hora de la tarde del pasado viernes procedente de Toulouse y cargó combustible y unas diez toneladas de material de automoción para la factoría de Renault en Turquía. Pasadas las doce de la madrugada despegó hacia el aeropuerto ucraniano de Lviv (Leópolis), donde tenía previsto realizar una parada para repostar. Pero el avión acabó estrellándose en medio de un bosque y a solo 1,5 kilómetros de la pista de aterrizaje. En un primer momento se atribuyó el siniestro a que la nave se había quedado sin combustible, pero la propia aerolínea, y ayer también fuentes de la investigación, según recogían los medios ucranianos, descartaban ya no solo esta hipótesis, sino también que el accidente pudiera haberse producido por una sobrecarga.

Los investigadores, que ya retiraron las cajas negras del avión, están centrados en varías líneas. De hecho, la suspensión de los permisos a la aerolínea por parte de Ucrania y Europa hacen pensar que detrás del accidente pudo haber algo más que un simple error técnico o humano. Se investiga si hubo algún fallo del piloto, de la torre de control o de los sistemas de navegación. Pero también la influencia que pudieron tener las malas condiciones meteorológicas por la densa niebla que había en el momento del accidente. También se está analizando si el avión tuvo alguna avería que la tripulación no detectó.