La Concellería de Desenvolvemento Sostible e Medio Natural inició ayer un plan destinado a la mejora ecológica y al aumento de la biodiversidad y de la calidad del bosque de ribera en el tramo de la senda del Lérez próximo a la playa fluvial. Los trabajos buscan específicamente la eliminación de todos los eucaliptos y de otras especies invasoras, como las acacias, en un trecho de unos 150 metros entre la ponte del ferrocarril y el inicio del sendero, y continuarán con la plantación de árboles autóctonos que restauren el bosque de ribera.

Al ubicarse el área de actuación en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) del río Lérez, la ejecución del proyecto precisó de la autorización de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, un visto bueno que fue comunicado a finales del verano. El concejal Iván Puentes, responsable del departamento municipal de Medio Natural, explica que aunque en años pasados se llevaron a cabo intervenciones en otros puntos de la senda de seis kilómetros que recorre la ribera del Lérez hasta la parroquia de Bora, "hasta ahora no se había actuado nunca en este tramo que discurre en la zona más urbana del sendero". Se trata de un trecho, añade, en el que, si bien existen unos pocos ejemplares de árboles autóctonos, hay una notable invasión de especies alóctonas, principalmente acacia ( mimosa y acacia negra), robinea y eucaliptos de gran tamaño.

"En esta zona, los árboles crecen en un talud con fuerte pendiente, tienen un sistema de raíces muy superficial, que no permite una sujeción segura, y algunas de ellas presentan una considerable inclinación sobre la transitada acera que conecta la playa fluvial con el barrio de Monte Porreiro", añade el concejal socialista. De hecho, añade, varios de estos árboles ya registraron roturas de ramas, lo que, unido al anterior, supone un elemento de riesgo para la seguridad de los usuarios de esta acera y de la carretera de acceso a la urbanización.

El edil señala "el número de ejemplares de especies autóctonas es mínimo, y los que existen están muy condicionados por las especies invasoras, por lo que no crecen adecuadamente ni hay un sotobosque y una composición florística adecuada para un ecosistema de ribera, máxime cuando estamos hablando de una zona LIC".

Estos trabajos, que suponen un desembolso cercano a los 14.000 euros, los llevan a cabo profesionales de la firma Arbogal, que emplean sistemas de trepa y cuentan con el apoyo de un grúa para eliminar todas las especies invasoras, así como aquellos ejemplares que puedan tener comprometida su estabilidad o que presenten un mal estado de salud.

Iván Puentes subraya que la tala será efectuada por arboristas cualificados "mediante el sistema de trepa, bajando las ramas de forma controlada para salvaguardar el mobiliario urbano y el resto del arbolado, con el apoyo de una grúa y de un camión que retirarán la madera".

En una primera fase, las actuaciones se centran en el área más cercana al lado del río Lérez, y posteriormente se abordará la tala de los eucaliptos que están pegados a la carretera a Monte Porreiro, lo que obligará a realizar un corte eventual del carril de bajada hacia ciudad.

"Todos los árboles que se van talar", destaca el concejal, "son eucaliptos, robineas y acacias (el número final superará la treintenta). El proyecto se completará con la plantación de especies autóctonas de ribera".