El día más caluroso del verano finalmente llegó en septiembre. Ayer la ciudad del Lérez alcanzó una temperatura máxima de 35,1 grados, llevando el mercurio a su pico más elevado desde que el pasado 21 de junio comenzó el estío.

A diez días de despedirse de la estación -el otoño astronómico arranca el 23 de septiembre-, los termómetros mantienen una tendencia que se ha reproducido en los últimos años: suben, en vez de bajar. Esta primera quincena del mes se ha caracterizado por la estabilidad meteorológica y el calor. De hecho, los datos registrados por la estación de Meteogalicia en Campolongo arrojan una media de temperaturas máximas de 29,5 grados, superando en dos grados julio y agosto. Y es que en estas semanas el mercurio ha superado los 30 grados en cinco jornadas y, en el resto, los ha rozado.

Los datos de Meteogalicia respaldan la extendida impresión popular de que el verano se está desplazando a los meses de septiembre y octubre. Esta sensación se une a la que apunta a un verano "atípico" con pocos días de playa. Sin embargo, los meses de julio y agosto fueron cálidos, según apunta la agencia gallega.

La temperatura media del mes de julio (resultante del cómputo de las máximas y las mínimas) fue de 20,6 grados - según los datos recogidos en la estación de Lourizán-. El incremento se debe al alza de las mínimas, mientras que las máximas se mantuvieron dentro de la normalidad. De ahí la impresión generalizada de no haber tenido un verano caluroso aunque sí lo ha sido.

Esta situación se repitió en agosto, mes al que Meteogalicia califica como "normal". Eso sí, las mínimas han sido cálidas y las máximas han descendido. De hecho la media se sitúa en 20,3 grados -datos recogidos en Lourizán.