La Fiscalía solicita doce años de prisión para un pontevedrés por abusos sexuales continuados a una niña de 10 años. Según recoge en su escrito, el acusado trabó amistad con la madre de la menor en 2014. El grado de relación llegó hasta tal punto que a partir de los primeros días de abril de 2015 "la hija (...) comenzó a quedarse a dormir en la vivienda del acusado, primero de forma esporádica y luego de forma más continuada, llegando a tener su ropa guardada en los armarios del piso (del varón)".

El procesado y la menor dormían en la misma cama y "aprovechando el sentimiento de afecto que la niña tenía hacia él, movido por la intención de satisfacer sus deseos sexuales, comenzó a efectuarle tocamientos, incluyendo al menos una penetración parcial".

El escrito de Fiscalía recoge que además, el hombre ponía películas de contenido pornográfico en una table y las veía con la niña. "Varias veces le mostró cómo debía hacer para masturbarle o realizarse felaciones".

Esta situación se mantuvo hasta los primeros días del mes de junio del mismo año y causaron en la menor "una alteración en su grado de madurez sexual con un despertar sexual no adecuado para su edad".

Por ello, solicita doce años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales, la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de la víctima y de comunicarse con ella durante 15 años, y una indemnización de 30.000 euros. Además, propone la medida de libertad vigilada durante cinco años una vez que cumpla con la pena de cárcel.