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El marisco ilegal requisado en la ría de Pontevedra se duplica: casi 5 toneladas

El patrón mayor de Pontevedra alerta del incremento del furtivismo en las playas durante las últimas semanas

Almeja incautada en una actuación anterior contra el furtivismo. // Xunta de Galicia

El furtivismo vuelve a repuntar en la ría de Pontevedra. Al menos, así parecen indicarlo los datos y la visión a pie de playa de los responsables de las cofradías del fondo de la ría, como es el caso de la de San Telmo en la ciudad del Lérez. "No hay día que no vengan a nuestras playas, no sé la razón, pero últimamente los tenemos por aquí siempre", explica el patrón mayor César Rodríguez.

Los últimos datos disponibles por la Consellería do Mar confirman también un incremento de los decomisos a furtivos por extracción de productos del mar de manera ilegal. En la ría de Pontevedra (incluyendo también el área de A Lanzada y la ría de Aldán), entre enero y junio de este año se decomisaron 4.944 kilos de productos ilegales que habían sido extraídos furtivamente. Esto supone casi dos toneladas más con respecto a las incautaciones del mismo periodo del año anterior, con un aumento del 85% de los decomisos. En la primera mitad del año pasado se habían incautado 2.662 kilos. Se trata de datos de operativos en los que tuvo participación el servicio de Gardacostas de Galicia, a los que habría que sumar los dispositivos en solitario que pudieran haber realizado Guardia Civil o Policía Autonómica. Tamién se realizaron un total de 2.142 incautaciones de útiles para la extracción ilegal de productos pesqueros o marisqueros, frente a los 1.943 del ejercicio anterior.

No obstante, si la cifra se compara con la total del pasado ejercicio, cabe reseñar que el incremento no es tan notable. El número de kilos incautados fue en 2018 de 8.889 toneladas en todo el año, frente a los casi cinco mil de la primera mitad de este año. No obstante, las incautaciones y la actividad furtiva suele incrementarse en verano y en las épocas de mejores condiciones climatológicas.

En 2017, por ejemplo, las incautaciones de Gardacostas en la ría también fueron muy elevadas y se llegó a decomisar 31 toneladas de pescado y marisco ilegal.

Más allá de las cifras, desde la cofradía de Pontevedra explican que la situación a pie de playa es bastante grave. Señalan que la presencia de mariscadores furtivos "es algo habitual todo el año, pero en las últimas semanas su resencia es continua y no paran de quitar almeja", señala Rodríguez.

Y es que además de esquilmar el recurso, los furtivos no tienen problema en enfrentarse a vigilantes de los pósitos y mariscadores. "Nos encontramos con que, en muchas ocasiones, son siempre las mismas personas", subraya el patrón mayor. "Además, saben cuáles son las mejores playas para que puedan escapar si son detectados y para los vigilantes es más difíciles retenerlos". Así ocurre por ejemplo en los arenales de Combarro, en donde "siempre tienen mucho margen y es imposible cogerlos a veces", o en la playa de Ameixal. Se trata de grupos que en ocasiones se van moviendo por distintos arenales, "van a Redondela, a Vilaboa, otro día están en Lourizán, pero últimamente no sé qué pasa pero la tienen tomada con esta zona", subraya el patrón mayor pontevedrés.

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