Un amplio dispositivo de seguridad integrado por un importante número de efectivos de Policía Local,Bomberos, Protección Civil y personal sanitario, vela también por que la multitudinaria fiesta transcurra de la forma más segura posible.

En todo el recinto histórico se establecen, además, distintos puntos de emergencias, como el puesto médico avanzado que se ubica en el Teatro Principal o las ambulancias medicalizadas en Valentín García Escudero, Bastida y Alameda. Además la central de Protección Civil se instaló en la plaza de Ourense y se contó con puestos de Bomberos en la plaza de España y Valentín García Escudero.

Precisamente los bomberos son los encargados, desde las diez de la mañana, de revisar que todos los puestos que se instalan en el recinto de la Feira Franca cuentan con las medidas de seguridad que exige el Concello. "Normalmente la mayoría de los participantes es gente que ya repite y cumplen las normas", explicaban ayer desde el parque de bomberos. Entre estas medidas de seguridad están, por ejemplo, contar con un extintor y mantener ciertas distancias de seguridad, tanto para las parrillas, como para no obstaculizar el tránsito en la calle. Quizá el espacio a guardar por las parrillas y que cuenten con protección por los tres lados es uno de los pocos aspectos que tienen que corregir a un pequeño porcentaje de los participantes.

La jornada de ayer volvió a ser tranquila, al menos hasta 20 horas cuando se emitió el parte de incidencias de la Policía Local. Se atendió a tres personas por mareos y a un menor por una caída. También se produjo una alerta por el extravío de un menor de cuatro años que fue rápidamente localizado y entregado a sus padres. Se formularon tres denuncias por venta ambulante no autorizada y una denuncia a un local por utilizar mesas y sillas de plastico en una zona sin autorización.