Además de los puntos informativos de alojamiento y transporte, centro de lenguas o empleo y emprendimiento, la jornada de bienvenida del Campus de Pontevedra contó con un punto de información violeta, que despertó un gran interés entre el alumnado, especialmente femenino.
Desde allí se les dio a los estudiantes un "violentómetro", un medidor de amarillo a negro de situaciones de relacionadas con la violencia de género. De este modo se les facilita a identificar situaciones machistas tanto en internet como en las relaciones personales.
Desde bromas e intimidaciones hasta prohibiciones o amenazas. "Hay cosas que pueden parecerles normales y no lo son", explicaban desde el puesto.
"Estamos haciendo hincapié en que no se sientan solas, entran en un nuevo ambiente y pueden sentirse cohibidas", por ello les animan a señalar situaciones incómodas "que parecen normales pero no lo son".
Además desde la Unidade de Igualdade fomentan el voluntariado y observaron ayer una gran vocación y predisposición entre las alumnas pontevedresas para ello. "Nos gustaría tener en el campus voluntariado en igualdad, porque para ellas es más fácil hablar con compañeros, con quienes se sienten menos cohibidas". Voluntariado que ya existe en otros campus.
Además, desde la unidad hacen un asesoramiento a las personas que hayan realizado un cambio de sexo, facilitándoles la labor con protocolos que tiene la universidad.
Por último desde la Unidad de Igualdade ofrecen un soporte total a todos los alumnos realizando charlas a lo largo del curso. Además han realizado un y ofreciendo un "mapa del miedo" del campus, con los puntos que pueden llegar a ser más peligrosos para los estudiantes.
