El Meollo de la cuestión está en saber que mosquito ha picado a Carmen da Silva en plenas fiestas veraniegas para rajar sin motivo contra la presidencia de la Diputación, aunque sin mentar a Carmela Silva, a cuenta de la ofrenda institucional a la Virgen Peregrina que tiene a su cargo dicho organismo en razón a su patronazgo de la provincia. Lo que una ve como tradición, la otra lo considera un anacronismo.
A la vuelta del ocio vacacional, el asuntillo parece definitivamente zanjado sin llegar la sangre al río. La concejala nacionalista echó la lengua a paseo, con pleno convencimiento de su argumentación contraria al laicismo acomodaticio del PSOE, frente al estricto purismo del BNG a la hora de separar Iglesia y Estado. Pero no calibró nada bien el impacto de su improvisado discursillo de fuerte tufo anticlerical.
En definitiva, Da Silva probablemente sufrió eso que se llama un calentón en términos coloquiales, puesto que el PSOE hizo este año lo mismo que el anterior, y el otro y el otro, desde que gobierna el organismo provincial con el apoyo del BNG. Sin embargo, la teniente de alcalde no dijo ni pio. Y también pudo ver como hasta hace bien poco los concejales socialistas asistían a todas las procesiones, aunque ahora sus sucesores dejaran de hacerlo.
Carmela Silva, que es política fogueada en lides de mayor altura, templó gaitas sin dar mucha importancia a un envite tan inesperado como imprudente. No hizo falta una comparecencia urgente de Cesáreo Mosquera para enderezar el entuerto; señal inequívoca de que la presidenta de la Diputación optó por el borrón y cuenta nueva sin mayor trascendencia.
De cualquier forma, Carmela Silva no va a permitir otro desliz semejante de Carmen da Silva que enturbie el pacto de gobierno de la Diputación; entre otras cosas porque ahora menos que antes necesita de ese acuerdo político para hacer de su capa un sayo por su amplia mayoría en el organismo provincial. O sea que bromistas, las justas.
Vamos a ver el juego que da la moción presentada por el PP en la Diputación para ahondar en este calentón veraniego. Pero no parece que vaya muy lejos, dado que la renuncia o la supresión de la ofrenda a la Virgen Peregrina por parte del PSOE nunca ha sido El Meollo de la cuestión.
