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Pontevedra atrae ya a más población foránea que al inicio de la crisis económica

Un total de 3.208 nuevos vecinos llegaron a la ciudad procedentes de otros concellos o del extranjero, la cifra más alta desde 2007 -Recibió a 375 habitantes más de los que se fueron

Gente paseando por la calle Michelena de Pontevedra. // Gustavo Santos

Pontevedra es una de las ciudades gallegas que mejor está resistiendo la crisis demográfica que vive la comunidad autónoma. Los últimos datos de movimientos migratorios publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) lo confirman. La ciudad del Lérez recibió el pasado año a un total de 3.208 nuevos vecinos que anteriormente tenían su residencia fuera de la ciudad, es decir, tanto inmigrantes llegados de otros países, como emigrantes retornados, o vecinos que cambian su lugar de residencia de un municipio a otro. Se trata de la que es la cifra más alta desde el inicio de la crisis económica, en 2008. Entonces, cuando se detectaban los primeros síntomas de recesión, la ciudad recibió 3.108 vecinos, menos que el pasado ejercicio.

Claro que a esta cifra hay que sumar la de vecinos de Pontevedra que, haciendo el camino contrario, cambian su residencia para otro municipio, provincia, comunidad o país, lejos de la Peregrina. Haciendo esta operación se calcula el saldo migratorio de la ciudad. Durante todos estos diez años de crisis, Pontevedra solo registró un año un saldo migratorio negativo (es decir, que se fueron más vecinos de los que llegaron). Ocurrió en 2013, cuando se marcharon 14 vecinos más de los que llegaron.

El resto de los ejercicios, la Boa Vila fue siempre capaz de atraer a más gente de la que dejaba escapar. Y la explicación puede estar en buena medida relacionada con la situación económica que se vivía en toda España. 2013, el único año en el que Pontevedra despidió a más gente que la que acogió, fue también el de mayor emigración de gente de la ciudad hacia el extranjero, con un total de 360 vecinos que buscaban una oportunidad laboral en otros países. Esta, junto con los 278 de 2012, fue la cifra más alta de la década en cuando a fuga de pontevedreses hacia el extranjero.

Aunque el pasado año se siguió marchando gente al extranjero (un total de 283 pontevedreses), lo curioso es la capacidad de atracción que está teniendo la ciudad para volver a atraer a nuevos migrantes, dado que el pasado año llegaron (o retornaron, las estadísticas no lo especifican) la friolera de 652 inmigrantes a la ciudad procedentes de fuera del país, es decir, más incluso que los 569 de 2008, antes de la recesión.

Pero Pontevedra no solo se nutre de nuevos vecinos llegados (o retornados después de la crisis) del extranjero. También presenta saldo positivo en las comparativas en las migraciones internas. Es decir, recibe más vecinos de otros concellos gallegos que los que se van a vivir dentro de Galicia pero a otro municipio. La única cifra negativa son las migraciones dentro del Estado pero hacia fuera de Galicia. En este caso, la diferencia entre los pontevedreses que se fueron a vivir a otros puntos de España y los que llegaron a orillas del Lérez procedentes de otras comunidades autónomas fue de 42 vecinos menos para la ciudad.

En cualquier caso, el saldo migratorio de la ciudad el pasado año fue de 375 personas. En este caso, la cifra más elevada desde 2010 cuando el número fue de 404.

La situación es parecida en el resto de la comarca. La gran mayoría de los concellos del área de influencia de la capital (aunque en menor medida que la urbe) también registraron saldos migratorios positivos, recibiéndo a más vecinos de los que dejan ir. En su mayor parte, esto se debe también al igual que pontevedra a la llegada o retorno de personas procdentes del extranjero. Así, por ejemplo, Marín pierde población en el cálculo del saldo migratorio interno (es decir, se van vecinos a vivir a otros puntos de Galicia) pero ganó 100 nuevos vecinos procedentes del extranjero y otros 42 de otros puntos de España. En total, ganó 75 vecinos.

Poio también cuenta con un saldo migratorio positivo de 85 vecinos, Sanxenxo ganó 175, Ponte Caldelas 64 o llama también la atención A Lama que gana 35 vecinos, la mayoría procedentes del extranjero.

Tan solo cuatro concellos presentan saldos migratorios negativos, en su mayor parte, debido a que pierden muchos vecinos que se trasladan a vivir a otros municipios gallegos (dado que todos ganan inmigrantes llegados de otros países). Se trata de Moraña, con un saldo negativo de cuatro vecinos, Portas, que pierde 27 residentes entre los que llegaron y los que se van; Barro, con seis vecinos menos; Campo Lameiro (-4) y Vilaboa con un saldo negativo de 8 vecinos.

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