El conflicto por el mercadillo ambulante de antigüedades de la calle Sierra ha dado un giro inesperado. El Concello ha reculado apenas 24 horas después de anunciar la retirada de todos los puestos hasta que esta particular feria sea regularizada. Ha bastado una reunión con representantes de los vendedores para aclarar algunos puntos importantes de la cuestión y la concelleira de Promoción Económica, la socialista Yoya Blanco, les ha comunicado que se permitirá a aquellos que dispongan de la tarjeta con autorización continuar con la actividad, cerca de 30.

Este nuevo capítulo en la trayectoria del mercadillo retoma una de las viejas demandas de los propios vendedores, que en reiteradas ocasiones han lamentado el intrusismo de personas sin el carné reglamentario del gobierno local que ofertan artículos a bajo precio que nada tienen que ver con el sector de las antigüedades ni de los productos conocidos como "vintage".

El encuentro tuvo lugar en el Concello entre Yoya Blanco y Manuel Villanueva, Alberto Martínez y Teresa Pece, representantes de buena parte de los vendedores del mercadillo. En él, la socialista les informó de los pasos que se darán desde el gobierno local para regularizar la actividad. De este modo, les aclaró que en esta "etapa de transición" solo se permitirá seguir instalando los puestos en el entorno de la calle Sierra a la treintena de personas que cuentan con la tarjeta de autorización municipal sellada por el Centro Comercial Urbano Zona Monumental (CCUZM).

El pasado viernes, la concelleira firmaba la instrucción para que la Policía Local ordenase la retirada ese mismo domingo del mercadillo por considerarlo "ilegal". Blanco aseguraba entonces que los puestos instalados se encontraban "en situación irregular, al ocupar un espacio público sin pagar las correspondientes tasas". En este sentido, se mostró especialmente preocupada por la aperta del nuevo "Gastroespazo" de la plaza de abastos, que también abrirá en fin de semana, y por el acceso al mismo de personas con algún tipo de capacidad diferente.

Esta decisión, que tomó totalmente por sorpresa a los vendedores, generó un revuelo que ahora se ha calmado con la nueva directriz de la concelleira del PSOE.

Manuel Villanueva, uno de los representantes que participó en la reunión, muestra su satisfacción por el acuerdo. "En principio, esto va a quedar como está, con la salvedad de que solo podremos vender aquellos que tenemos la tarjeta de autorización", explica.

Son cerca de 30 de los casi 50 que estaban participando hasta ahora en el mercadillo.

"Lo que se quiere evitar con esto es que sigan vendiendo aquellos que vendían de todo menos antigüedades, como ropa, calzado, electrodomésticos o aparatos electrónicos... y que además lo ponían todo por el suelo" , celebra.

Confiesa que "nunca llueve a gusto de todos" y considera que "hay que saber convivir y si hay que pagar tasas, se pagan".

Asimismo, destaca "el carácter conciliador de la concejala" Yoya Blanco en el tratamiento del tema.

Liberar zonas de acceso

Mientras desde el Concello se trabaja para regularizar esta actividad, los vendedores en posesión del carné podrán seguir instalándose a lo largo de la calle Sierra. Eso sí, no lo harán en las zonas de acceso a la plaza de abastos desde la calle César Boente ni en los laterales, para no entorpecer la entrada a las personas con dificultades.

Por otro lado, se estudiará su reubicación en algún entorno cercano. Uno de los emplazamientos que más fuerza cobra es la Praza da Pedreira, aunque también en este caso habrá que analizar los pormenores de los eventos de carácter civil que tendrán lugar en el Pazo de Mugartegui.

Desde el PSOE se recuerda que "una cosa ilegal es algo que no está permitido por la ley" y que la actividad del mercadillo hasta el pasado domingo "incumple la Ordenanza de Mercados, que es una norma jurídica".

A este respecto se manifestó, a pregunta de los periodistas, la portavoz del gobierno local, Anabel Gulías, anterior concelleira de Promoción Económica. Achacó a "un error de expresión" la calificación inicial de "ilegal" de Yoya Blanco, a la vez que recordó que el mercadillo pasaba por una "etapa de transitoriedad" y que el edil de Mercados, Vicente García Legísima, tenía intención de regularizarlo.

Satisfacción de ambulantes

También desde la Asociación de Ambulantes de Galicia se aplaude la decisión adoptada desde el Concello.

Margarita González, vicepresidenta del colectivo, considera que los vendedores que realizaban su actividad en el mercadillo sin el correspondiente carné suponían una "competencia desleal" para el resto de ambulantes, fuese en esa feria o en otra. "Ambulantes iguales, todos legales" es, de hecho, uno de los lemas de la asociación.

"Además, había gente que no vendía antigüedades y que se dedicaba a vaciar los armarios ahí", se lamenta.

"Era una competencia desleal, pero no solo para los ambulantes, sino para todo el comercio de Pontevedra y de la comarca. Del mismo modo que un coche no puede circular por una carretera sin matrícula y no es posible identificarlo sin ella, nuestra matrícula es nuestra placa de identificación, que debemos tener a la vista del público en todo momento", reflexiona.

"Para mí, esta decisión que se ha tomado se merece un diez", concluye Marga González.