Un Gafos renaturalizado en donde los árboles, plantas de ribera y la fauna vuelvan a Campolongo. Con este deseo se despidió ayer la campaña 2019 de limpieza del río promovida por Vaipolorío, una jornada de trabajo en la que participaron 15 voluntarios.

Éstos retiraron del cauce 130 kilos de residuos, en su mayoría plásticos y vidrios, en una acción colectiva que se repite desde hace 19 años. El Gafos era entonces el cauce más contaminado y agredido de Pontevedra, una imagen que poco a poco ha ido dejando atrás, si bien Vaipolorío insiste en pedir un mayor compromiso de las administraciones en la mejora del río urbano.

Los ecologistas demandan que se levante el paseo que sepultó el río y éste sea renaturalizado.

También reclaman acciones de puesta en valor de los molinos situados en el tramo final del Gafos, en la antigua Moureira, construcciones que fueron adquiridas en su día por la administración local pero que continúan sin un plan de recuperación ni de uso.

Otra de las acciones de mejora en la que confía Vaipolorío es en la prolongación del paseo hasta O Marco. En este caso piden también la implicación de Patrimonio para proteger Ponte do Couto, con restos que podrían ser romanos pero que están situados dentro de un asentamiento chabolista.

En esta campaña los integrantes de Vaipolorío, ayudados por voluntarios de las asociaciones Juan XXIII y Arela y alumnos de la ludoteca Tékere, retiraron un total de 730 kilos de residuos del cauce del Gafos, una cifra que celebraron ayer merecidamente con un almuerzo de fin de fiesta.