Se trata de una cita tradicional de los domingos en Pontevedra desde hace décadas pero que ayer pudo celebrarse por última vez en su actual ubicación de la calle Sierra. El Concello ha decidido retirar el mercadillo de antigüedades que se celebraba en esta calle del casco histórico al tratarse de una actividad "ilegal" y que, como ya ocurrió anteriormente, no cumplía con estas condiciones de vender antigüedades sino que albergaba la venta de todo tipo de artículos, algunos incluso de dudosa procedencia.

Pero es que, además, la decisión está propiciada por el nuevo uso de la plaza de abastos que, con el espacio gastronómico abierto en el mercado también los domingos hace necesario "liberar espacios" y que ambas actividades no sean compatibles.

Con este objetivo, la concejala de Promoción Económica, la socialista Gloria Blanco, firmó en los últimos días una instrucción en la que insta a comunicar a los titulares de los puestos que se instalan todos los domingos en la calle Sierra y adyacentes la prohibición de celebrar este mercadillo y que entrará en vigor el próximo domingo 1 de septiembre. La instrucción fue comunicada ayer a algunos de los participantes en este evento que tomaron esta decisión con cierto malestar.

Competencia desleal

Desde el Concello, la propia concejala explicaba ayer los puestos instalados en este mercadillo "se encuentran en situación irregular al ocupar espacio público sin pagar las correspondientes tasas" lo que supone un "agravio comparativo" con los titulares de otros puestos de venta ambulante que se instalan en mercados y otras actividades de la ciudad abonando los correspodientes costes por ello. Insistió también en que "con la apertura del nuevo Espazo Gastronómico de la plaza de abastos (los locales del primer piso abren también los domingos) la aglomeración del puestos del mercadillo incluso "complica el acceso de personas con alguna discapacidad".

En todo caso, la concejala no cerró las puertas a que el mercado, que aún no estando regularizado siempre reunía a bastante público, pueda seguir celebrándose en una ubicación alternativa, aunque la condición indispesable para ello y su "intención" es que se produzca primero un proceso de "regularización".

Abiertos al diálogo

Según explicó la concejala, se trata de una situación que se encontró al asumir hace escasos meses cuando asumió su cargo de concejala responsable de mercados por lo que señala que "los vendedores tienen las puertas de mi despacho abiertas para estudiar una reubicación" pero advirtió que "lo que no va a suceder, al menos mientras yo sea concejala de Promoción Económica, es mirar hacia otro lado en cuestiones que son flagrantemente ilegales". Blanco aseguró que "el mercadillo de antigüedades se va a hacer pero cumpliendo la ley, con la correspondiente división de puestos y el pago de tasas, o no se hará", dijo tajante.

Desde la concejalía de Promoción Económica se insiste en que la diversificación de la actividad del Mercado "impide, en todo caso, que el emplazamiento se mantenga en la calle Sierra" si bien reconoce que los sevicios técnicos del ayuntamiento "ya están estudiando hipotéticas ubicaciones que pasan siempre por la regularización". "Yo estaría encantada de que haya un mercado de auténticas antigüedades", explicaba ayer a FARO la concejala remarcando que muchos de los productos que se venden actualmente distan mucho de poder entrar en esta categoría, "pero no ahí y siempre que se legalice su situación", indicó.

Ante las quejas de algunos de los vendedores que solían instalarse en esta zona, Gloria Blanco manifesta que, en su opinión, "resulta delirante que alguien esté haciendo algo ilegal y proteste porque se haga cumplir con la lei", máxime "cuando aún por encima se encuentra en situación de competencia desleal con el resto de ambulantes de Pontevedra".

Policía Local

La instrucción firmada por la edil socialista, además de comunicar a los vendedores la prohibición de instalarse en esa zona a partir del día 1, les advierten de que las personas que "monten o seu posto a partir da data sinalada serán desaloxadas pola Policía Local".