El diseño de las ciudades también influye en la forma en la que pierden los puntos los conductores que circulan por ellas. Y un ejemplo claro de ello está en Pontevedra. Mientras que en el conjunto de España, según la DGT, la principal infracción con pérdida de puntos en zona urbana es no respetar los semáforos, en la Boa Vila este es un mal comportamiento que apenas tiene incidencia en las multas que impone la Policía, entre aquellas que conlleva la retirada de créditos del carné de conducir.
Y es que cabe recordar que no todas las sanciones conllevan la retirada de puntos. De hecho, de las casi seis mil (5.986) denuncias por infracciones de tráfico que tramitó la Policía Local en 2018, la gran mayoría (5.720, lo que es un 95%), no tenían consecuencias para el número de créditos del carné.
La razón es que en Pontevedra se han escogido otros métodos para facilitar o priorizar la circulación peatonal frente a la de los vehículos a motor de tal forma que la regulación mediante semáforos se limita a aquellos imprescindibles para regular el tráfico en montes de saturación o lugares más conflictivos de la red viaria. Los lombos o resaltos son solo uno de ellos, por ejemplo.
Así las cosas, las multas por saltarse un semáforo son apenas residuales en Pontevedra. Si uno pierde puntos al cometer una infracción en la ciudad del Lérez, lo más probable es que haya cometido la imprudencia de hablar por el móvil al volante de su vehículo, dado que esta fue la infracción más repetida el pasado año. Dejar de prestar atención a la calzada para hablar por teléfono o mirar un mensaje le costó a los pontevedreses la friolera de 1.872 puntos repartidos en un total de 624 sanciones.
Comparativa gallega
No es la única particularidad en la ciudad del Lérez. En otras urbes españolas, y también en las gallegas, otra de las causas más frecuentes de de sanción con consecencias fatales para el carné es la velocidad. Hay datos que permiten hacer esta comparación. Según la DGT, por ejemplo, en 2015 la velocidad era la causa más frecuente de multa y retirada de puntos en Santiago (unas 1.500 sanciones), seguida de no respetar los semáforos (unas mil). Estos mismos datos (que son de 2015), señalan que en A Coruña la causa más frecuente de pérdida de puntos era el exceso de velocidad, al igual que en Vigo. En Lugo la mayoría de las infracciones de este tipo eran los semáforos y la velocidad; mientras que en Ourense las principales infracciones eran por alcohol y también los semáforos. En Pontevedra, como ya se indicó anteriormente, la principal causa por la que los conductores pierden los créditos de su carné es el alcohol.
En este sentido, en Pontevedra, tanto el exceso de velocidad como los semáforos tienen mucha menos incidencia, muy probablemente por las medidas de calmado de tráfico que se adoptaron a lo largo de los últimos años.
Así, por ejemplo, después del uso del móvil y eliminadas la velocidad y las infracciones semafóricas; como segunda causa de pérdida de puntos en el casco urbano de Pontevedra aparece la conducción alcohólica. Si se suman tanto las infracciones que conllevan la detracción de cuatro puntos como aquellas más graves que cuestan seis (a las que habría que sumar las que incurren ya en un delito penal) fueron un total de 188 multas el pasado año que supusieron la pérdida de 840 puntos. También tiene incidencia la conducción bajo los efectos de las drogas, con 159 denuncias y 954 puntos detraidos.
La cuarta imprudencia que más puntos hace perder a los pontevedreses es no llevar el cinturón de seguridad, con 16 denuncias y 348 puntos retirados. El resto de infracciones se sitúan ya a mucha distancia, de tal forma que, por ejemplo, la velocidad (una de las principales causas de pérdida de puntos en el resto de las ciudades gallegas)queda en Pontevedra reducida a un total de 23 denuncias (la mayor parte con la retirada de dos puntos del carné, dado que solo dos conllevaron la pérdida de cuatro créditos y una única la detracción de seis). Todo ello a pesar de que la Policía Local dispone de un radar propio desde finales de 2017.
Pasar un semáforo en rojo apenas sumó 32 denuncias (con una sanción de cuatro, supuso la pérdida de 128 puntos para los pontevedreses) y acceder a una glorieta sin respetar el ceda el paso o no respetar la prioridad de paso de los peatones apenas supusieron seis y cinco denuncias cada una de ellas, lo que indica un alto grado de cumplimiento y adaptación de los conductores a un sistema que pone al peatón en el centro.
