Los vecinos de Campañó y Lérez han presentado una queja ante el Valedor do Pobo por el trazado de la futura variante de Alba, que consideran que dejará a ambas parroquias aisladas. Acusan tanto al Concello de Pontevedra como a la Xunta de Galicia de no escucharles y anuncian que continuarán las movilizaciones.

La última tuvo lugar ayer, fue una marcha por la carretera de Vilagarcía, la PO-531, así como un "velorio" por ambas parroquias, escenificada con cruces y recogida de firmas. Este último ya se celebró hace una semana, pero los vecinos han decidido repetirlo para que ambas Administraciones sepan que no se piensan quedar de brazos cruzados.

"Nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni nos contesta. Salen en prensa diciendo que han mantenido reuniones con los vecinos, pero no ha sido con nosotros", se lamenta Lucía Montoto, en representación de Veciños Santo Paio de San Pedro Campañó.

"Leemos al alcalde diciendo que donde coches no hay vida y cosas del estilo y resulta que ahora dice que esta carretera tiene que pasar por aquí sí o sí", critica. "Nos gustaría que nos explicase por qué para Pontevedra los coches son malos y para Campañó y Lérez no".

Los vecinos han presentado una queja por el trazado ante el Valedor do Pobo y están barajando completarla con recogida de firmas. Ya acompañaron las alegaciones presentadas ante la Xunta de Galicia por más de un millar de rúbricas.

Reconocen que es necesaria una carretera para mejorar la seguridad de la PO-225, "pero no entendemos que para mejorar la seguridad en la parroquia de Alba se tenga que empeorar la de la parroquia de Campañó".

Advierten de que se cargará el tramo de carretera con un mínimo de 30.000 vehículos diarios, un vial próximo al CEIP Parada de Campañó.

En sus alegaciones también han incluido la pérdida de patrimonio, como los núcleos consolidados e históricos articulados alrededor de la Capela de Santo Paio, construcción que data del siglo XVI. También de la variante espiritual del Camiño Portugués a Santiago.

El trazado escogido por Xunta y Concello afectará, según los vecinos, a un centenar de viviendas, en las que viven alrededor de 400 personas.

Asimismo, alegan que se afectará de forma irreversible a la flora y fauna de la Xunqueira de Alba y que, entre otros, se perderá un manantial, que quedará enterrado.

Los vecinos consideran más adecuado el trazado que discurre paralelamente a la autopista, que, dicen, no plantea ningún derribo y pasaría a 100 metros de la iglesia de Alba.